El relato del gasista sobre la trágica explosión
Dieron a conocer la declaración de Carlos García ante la Justicia y sus explicaciones técnicas de lo que ocurrió. Cuenta que corrió en busca de ayuda y sufrió un ataque de nervios.
"El viernes pasado me convoca la administradora del edificio para cambiar un regulador, previamente me dice que Litoral Gas había llegado a reparar múltiples fugas que había en el lugar, y la específica era la válvula de entrada y previamente habían hecho una marca como habitualmente hace Litoral Gas porque había una fuga en la entrada general".
Así comienza el relato del gasista matriculado sobre los hechos que desencadenaron la peor tragedia en la historia de Rosario, la ciudad santafesina que aún no sale de la conmoción y el dolor por la muerte de 21 personas.
El día 7 de agosto, el único detenido por la explosión del edificio de la calle Salta 2141, en la ciudad santafesina, fue citado a declaración indagatoria ante la Justicia. Carlos Osvaldo García, argentino, casado, nacido en Paraná, Entre Ríos, el 18 de marzo de 1951, dio su versión de los hechos pero se negó a responder preguntas que no provinieran de sus abogados defensores, "manifestando rechazo a las imputaciones".
"Yo accedo a tomar el trabajo, el día lunes voy a comprar el regulador y el día martes habíamos programado cortar el gas. El primer procedimiento que hago es cerrar la válvula de entrada y voy hasta el subsuelo, hasta una de las llaves candado para verificar si se había cortado o disminuido la presión. Como eso no sucedió pensé que era la carga que tenía el edificio, o que la válvula no funcionaba. Entonces cerré la llave candado dentro del subsuelo, de uno de los medidores, para que no se acumulara gas en ese recinto, porque consideré que era peligroso", manifestó García, según lo que publicó hoy el diario Perfil.
Hasta ahí el trabajo que se le encomendó al gasista presentaba ciertas complicaciones, pero no parecía que pudiera salirse de control, al menos para un profesional en la materia. Sin embargo, tal como sigue el relato, todo se desmadró.
"Fui nuevamente a la cabina de entrada para poder aflojar la unión superior que está en el regulador, porque en esa sale menos presión. Cuando voy a tocar la válvula estaba floja, estaba puesta con la mano, la desenrosco a la unión doble e intento hacerle una palanca con el destornillador para hacerle el venteo, cuando estoy haciendo eso, hace una explosión el caño, el regulador y la unión doble se desprende de la cañería, y el impacto del gas me pega en el pecho y me tira para atrás. Con esa misma presión de gas se hizo una nube de tierra que no se veía nada y una sordera por el zumbido. Ahí comprobé que no lo iba a poder detener, salí corriendo para la calle para poder darle aviso a la gente que estaba ahí porque había una fuga muy grande de gas. Llegué hasta la esquina e intenté pedir ayuda al 911 y a la guardia de Litoral Gas y nunca me contestaron. Como vi que tenía que pedir auxilio agarré la camioneta y fui lo más apurado a Litoral Gas. Cuando doblo por Balcarce me encuentro con una camioneta S10 de la tercera y le aviso que dé cuenta al 911".
"Cuando llego a San Lorenzo y Pte. Roca me encuentro con la guardia de Litoral Gas, es una camioneta y le pido ayuda para que auxilien y ellos se fueron para el lugar. Yo agarro y doy la vuelta para volver. La dejé estacionada en Oroño antes de Salta porque lo había dejado a mi ayudante para que avisara a la gente que no se acercara al lugar. Me costó unos minutos encontrarlo. Lo encontré en Salta y Oroño, me arrimé al lugar del siniestro y las personas que estaban trabajando me impiden seguir, me desalojaron", narra en su declaración el imputado.
La brutal explosión ya había acontecido. Eran momentos de pánico en la ciudad y la noticia ya se reflejaba en los medios de todo el país.
Continúa García: "Lo busqué a Daniel (su ayudante), yo estaba con una crisis de nervios, me temblaba todo el cuerpo, me parecía que me iba a dar un infarto y lo trasladé a la casa de otro amigo donde guarda la moto cuando viene a trabajar. Me fui a mi casa y estuve desesperado, no le dije nada a mi familia no sabía qué hacer, estaba desequilibrado".
Luego cuenta García que al ver su estado de desesperación sus hijas lo socorrieron. Lo vio un médico, le dieron unos calmantes y le sugirieron que fuera a entregarse. Pero antes de que ello suceda lo detuvieron.
Retomando los momentos previos a la explosión cuenta el gasista que al tomar contacto con la administradora del edificio, le informaron de una intervención previa de Litoral Gas en el lugar: "Habían ido y habían encontrado fuga en la válvula de entrada y en otros lugares. Interrumpieron el servicio, arreglaron e hicieron una marca afuera porque tenía fuga, marcaron con pintura amarilla en el piso de la vereda, pegado a la línea municipal", explicó.
Cuando le preguntaron a qué atribuía desde el punto de vista técnico la estampida de gas, respondió: "Hay dos formas de poder explicarlo, una es que el regulador esté roto y la descarga del tubo superior venga hacia abajo, y la otra que la válvula de entrada no corte".