Fue promulgada la Ley de Glaciares.

La norma, que había sido sancionada el 20 de septiembre por el Congreso, tras un veto de la primera norma aprobada por el Legislativo y un dilatado y escabroso debate, fue publicada en el Boletín Oficial del Poder Ejecutivo.

Su finalidad es conservar las reservas de aguas.

El senador Daniel Filmus, uno de los impulsores de la iniciativa (consensuada con la del diputado Miguel Bonasso), se mostró satisfecho “porque la Argentina merecía contar con una ley que proteja los recursos naturales”.