Grandes aumentos en el gas
Este mes se notará más fuerte el tercer aumento para las tarifas que autorizó el gobierno para el mes de agosto.
Los usuarios residenciales de gas natural por red que no ahorraron durante el invierno comenzaron a recibir facturas con aumentos de hasta el 670 por ciento, por la quita de subsidios y las penalidades por el exceso de consumo.
El 1° de agosto entró en vigor el último aumento de tarifas dispuesto por el Gobierno en marzo, en el contexto del plan destinado a dotar de mayores recursos a las empresas y, al mismo tiempo, reducir los subsidios, por el costo fiscal que tienen.
Sus efectos sobre las boletas, que comenzaron a notarse este mes y tendrán un impacto pleno a partir de octubre debido al mecanismo de facturación de las compañías, son importantes: para los hogares porteños que más consumen, por ejemplo, significan una suba de 57% con respecto a junio y de 676% desde marzo pasado.
Los usuarios del resto del país, de ese mismo nivel de demanda, tendrán un incremento similar, publicó este jueves el diario La Nación.
Los vecinos de la ciudad de Buenos Aires de menor consumo también deberán hacer un esfuerzo mayor para pagar sus facturas dado que el incremento del mes pasado para ellos fue de 25 por ciento con respecto a junio y de 207 por ciento desde marzo.
En el medio hubo una sucesión de ajustes: para los que menos consumen fue de 85 por ciento en abril y de 34 por ciento en junio (respecto de abril); mientras, un cliente denominado R3-4 (de alto consumo) tuvo un alza en la tarifa de 195 por ciento en abril y 71 por ciento en junio (sobre el número anterior).
Sólo evitarán esas subas los que ahorren gas, algo que, según los números del Gobierno, no fue la tendencia predominante durante el invierno que está a pocos días de su final.
Quienes viven en la provincia de Buenos Aires sufrirán incrementos similares a los porteños.
Según un trabajo del ex subsecretario de Combustibles Cristian Folgar, un vecino de Vicente López que consume 1800 metros cúbicos de gas al año y no redujo su uso debe pagar desde agosto más de 315 dólares por año, sin contar impuestos. Ese número está por encima, en dólares, de lo que desembolsaba en 2001.
Aunque el Gobierno anunció los aumentos a fines de marzo, las quejas de los consumidores llegaron mucho después, a medida que los cambios se notaron en la facturación.