Incendio de Cromañón: Marcha a favor de Callejeros
El Obelisco fue escenario de una concentración de seguidores del ex grupo de rock que reclamaron que se revean las condenas a los músicos.
Un grupo de sobrevivientes y amigos de las víctimas del incendio del boliche Cromañón, que causó 194 muertos en 2004, reclamaron este viernes a la Corte que “revea” las condenas que dictó la Sala III de Casación para el líder de la ex banda de rock Callejeros, Patricio Fontanet, y los restantes músicos.
“En un principio, el tribunal oral absolvió a la banda”, recordó uno de los sobrevivientes de la tragedia, a la vez que cuestionó que “ahora Casación tomó el fallo, y con sólo leerlo condena”.
Los seguidores de la banda cuestionaron la reciente resolución de la Cámara de Casación que elevó las condenas del cantante Patricio Santos Fontanet y otros integrantes del grupo, e incluso transformó las penas en suspenso a efectivas.
Para los fanáticos, los músicos de Callejeros no tuvieron ninguna responsabilidad en la tragedia, tal como la propia justicia lo había señalado en el primer juicio sobre el caso.
Por lo pronto, luego de la imposición de penas por parte de la Sala III de Casación días atrás todas las partes apelaron, por lo que la última palabra la tendrá la Corte Suprema de Justicia.
Hace pocos días, la Sala III de Casación aumentó las penas para Chabán, de 8 a 10 años y nueve meses, y de Fontanet de cinco a siete, por incendio culposo seguido de muerte y cohecho activo.
En forma unánime el Tribunal aumentó las penas de los integrantes de Callejeros, al tiempo que confirmó las del ex mano derecha de Omar Chabán, Raúl Villarreal; del ex mánager del grupo, Diego Argañaraz, y de los tres ex funcionarios del gobierno porteño acusados del incendio culposo seguido de muerte.
No obstante, todos continuarán en libertad hasta tanto las sentencias queden firmes.
Los seguidores de la banda de rock que se concentraron en el Obelisco tras autoconvocarse a través de las redes sociales desligan a los músicos de toda responsabilidad y cargan las culpas sobre los funcionarios que debían controlar los locales nocturnos.