Intentaron evitar un oficio interreligioso en la Catedral Metropolitana
Un grupo de Ultracatólicos interrumpió en la institución cuando el arzobispo Poli se prepara para iniciar el 75 aniversario de "La noche de los cristales rotos".
Representantes de distintos credos religiosos participan esta noche de un oficio interrelioso en la Catedral Metropolitana al conmemorarse el 75 aniversario de la Noche de los Cristales Rotos durante la Alemania nazi, y luego que un grupo de exaltados intentara evitar la realización de la ceremonia religiosa.
Durante el Progrom que se recuerda que el 12 de noviebre fueron rotos cientos de vidrieras de negocios judíos en Berlín, y se considera como el disparador de las persecuciones antisemitas en la Alemania de Hitler.
Testigos del incidente relataron que cuando el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, intentó comenzar la liturgia de conmemoración, de la que también participaban otras iglesias cristianas, un grupo de feligreses se puso de pie y comenzó a rezar a los gritos para impedir el desarrollo de la ceremonia
Los miembros del grupo proferían cantos hostiles, mientras repartían textos que consignaban "fuera adoradores de dioses falsos del templo santo, que precipitarán las almas al castigo eterno".
"Los pastores que llevan a los hombre a confundir el dios verdadero con dioses falsos son lobos", clamaba otra de las consignas, en clara alusión al judaismo, una práctica que también se remonta a la época de las persecuciones de la Alemania nazi.
En esos momentos uno de los sacerdotes tomo el micrófono y exhortó a que "donde haya odio que haya paz", mientras que los autores de los disturbios comenzaron a rezar a los gritos, en medio de una enorme confusión, que aprovecharon para retirarse.
El grupo estaba integrado por jóvenes que no se identificaron con ninguna agrupación. Varios de los presentes en la ceremonia forcejearon con los integrantes de este grupo fundamentalista para que se retiren de la catedral, cosa que hicieron cuando ingresaron al templo efectivos de la Policía Federal.
El propósito era que los presentes, miembros de distintas confesiones religiosas, se fueran de la Catedral, pero el oficio se inició tras las palabras del primado porteño Poli, quien recordó que en un pasado católicos y judíos "todos compartían el mismo templo".