Una docente de un jardín de infantes de González Catán, en el partido bonaerense de La Matanza, les quitaba la medalla de premio a los alumnos cuyos padres tenían cuotas atrasadas en el colegio.

La noticia generó una fuerte polémica, incluso el ministro de Educación, Alberto Sileoni, opinó que “los chicos no deben ser vehículo” de aquellos requerimientos que puedan tener algún padre con el establecimiento.

La directora general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Silvina Gvirtz, consideró que las familias “merecen una disculpa” por este hecho “repudiable”.

La funcionaria dijo que investigan la condición de legalidad del instituto y también “la responsabilidad por el atropello moral sufrido por el niño”.

“La educación no es un comercio; esta situación es vergonzosa”, concluyó Gvirtz.