La ONU denuncia el crecimiento del consumo de drogas sintéticas
El licenciado José Rachid, director de la Casa del Sur, que brinda tratamiento a personas adictas, subrayó que en la Argentina "las cifras van en aumento" y hasta atienden a niños.
La ONU presentó un informe sobre drogas en el que advierte que el consumo en Argentina “no es insignificante”. Además, alerta acerca de la penetración de las sustancias sintéticas en la región, reseñó por Continental el licenciado José Rachid, director de la ONG Casa del Sur, que brinda tratamiento a personas adictas.
En Magdalena Tempranísimo, subrayó que “las cifras van en aumento. Hemos tenido casos de niños que, con sólo diez años, ya están internados por consumo de paco”.
El Informe Mundial sobre Drogas 2013, publicado en Viena por la ONU, denuncia el aumento del uso de “estimulantes sintéticos”, que en Internet se venden de forma legal. Hasta 315 millones de personas, el 6,9 % de la población mundial de 15 a 64 años, consumió alguna droga por lo menos una vez en 2011, un incremento del 9 % respecto al año anterior, según el estudio de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
El informe señala que la subida del número de consumidores, del 18 % desde 2008, se debe en gran parte al aumento de la población mundial, mientras que el de “consumidores problemáticos de drogas” permanece estable en 39 millones de personas, el 0,9 % de la población adulta mundial.
El estudio recalca una tendencia que ya comenzó años atrás y que parece acentuarse: el consumo de drogas tradicionales como las derivadas del opio o la cocaína se estabiliza, mientras que sube el de estimulantes sintéticos y en Internet proliferan nuevos tipos de estupefacientes que se venden de forma legal.
El Informe Mundial de este año está dedicado a la proliferación sin precedentes de nuevas “drogas legales” que imitan el efecto de otras ilegales, y que se venden como “sales de baño” (imitación de la cocaína) o “incienso” (marihuana sintética). Los fabricantes aprovechan un vacío legal, ya que los laboratorios policiales tardan tiempo en identificar estas sustancias, y cuando lo hacen, su composición suele variar muy rápido para burlar la ley, señaló Rachid. El número de nuevas sustancias detectadas desde 2009 subió más del 50 por ciento.