La fascinación que Joan Miró sentía por la pintura holandesa ha llegado al Museo Metropolitano de Nueva York de la mano de la una exposición que recoge la influencia que los pintores del siglo XVII Jan Steen y Hendrick Sorgh ejercieron en la obra del artista español.

La exposición, que se ha titulado "Miró: Los interiores holandeses", abrió sus puertas al público y podrá visitarse hasta el 17 de enero de 2011.

Miró (1893-1983) era "un apasionado de la pintura holandesa y encontró en ella una nueva energía y luz para su trabajo", explicó a Efe el presidente del Departamento de Arte del Siglo XIX, Moderno y Contemporáneo del museo neoyorquino, Gary Tinterow.

La muestra reúne tres obras de Miró, conocidas como "Interiores holandeses", junto a sus fuentes de inspiración: "El músico de laúd" (1661) de Hendrick Sorgh y "Niños enseñando a bailar a un gato" (1660-1679) de Jan Steen.

Junto a esas pinturas se puede disfrutar también de los dibujos preparatorios y los 16 bocetos que el pintor de Barcelona realizó para trasladar el lenguaje figurativo del siglo XVII a su mundo surrealista.