Las pirámides no dejan de sorprender: detectan diferencias de temperatura en bloques de Keops
Los investigadores buscan con técnicas no invasivas saber cómo los constructores lograron colocar las pesadas y enormes piedras, una sobre otra, hasta los 150 metros de altura.
El grupo de expertos internacionales que hace dos semanas comenzó a "escanear" la pirámide de Keops, en Guiza, anunció este lunes que ha encontrado diferencias de temperatura en varios bloques, lo que indica que hay "algo detrás", aunque no ofreció más información al respecto. "Esto muestra que hay algo detrás, es algo nuevo", dijo en declaraciones a varios periodistas el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati, que añadió que "la investigación determinará en los próximos días lo que es exactamente".
El ministro realizó este anuncio junto al vicepresidente y cofundador del Instituto para la Preservación e Innovación en Patrimonio, Hani Helal, y el experto francés Jean Claude Barré, ambos en el equipo del proyecto Scan Pyramids. Por su parte, Helal precisó que la tecnología de termografía infrarroja permitió descubrir e identificar "un área localizada en la base (de la pirámide) con una temperatura más alta que el resto".
En concreto, se trata de tres bloques con una temperatura seis grados mayor que los otros, lo que es "mucha diferencia", según Helal, que, sin embargo, tampoco se atrevió a adivinar el motivo de esta anomalía. "No sabemos qué es, podría ser otro material, cualquier cosa, tenemos que comprobarlo con otros científicos", añadió. Además, el "escaneado" con esta tecnología infrarroja permitió identificar también tres puntos calientes en el medio de la pirámide, a una cierta altura, también con una temperatura mayor que el resto. En ese caso, "seguramente es que tengan aire caliente que esté saliendo", señaló Helal.
En principio, está previsto que durante 2016 este grupo de expertos egipcios, canadienses, franceses y japoneses viaje a las profundidades de estos mausoleos de 4.500 años de antigüedad para desvelar los secretos que esconden. El objetivo principal de este trabajo es avanzar hacia la fórmula que permitió a los constructores de la época colocar las pesadas y enormes piedras, una sobre otra, y elevarlas hasta 150 metros de altura. Para desentrañar sus secretos, se utilizarán cuatro innovadoras técnicas no invasivas que no dañarán las antigüedades, y se hará uso de nuevas tecnologías, como los drones y la termografía infrarroja.