La legendaria productora cinematográfica Metro Goldwyn Mayer está al borde de la quiebra.

La histórica empresa, fundada en 1924 a partir de la fusión de tres inversores del cine de la época, ahora está en manos de compañías transnacionalizadas como Sony, Providence y ComCast.

Esas firmas deben cerca de tres mil quinientos millones de dólares, y nadie quiere hacer frente a estas obligaciones.

La incursión de MGM en otras ramas, como la venta de DVD, la proliferación de la piratería dejan a la empresa sin muchas soluciones más que liquidar su patrimonio (más de cuatro mil películas, entre ellas la saga de James Bond y "Lo que el viento se llevó", doscientos cinco premios Oscar y más de diez mil horas de TV).