El músico Miguel Mateos pasó por Continental para rememorar los veinticinco años del disco Rockas Vivas, que fue durante casi una década el más vendido de la historia del rock argentino.

Ahora, volverá al Luna Park, donde se dio el curioso caso de que una banda presentara en vivo un disco grabado en vivo (Rockas Vivas fue registrado en el Luna Park, con éxitos de los primeros discos de Zas, la banda original de Mateos).

En La Mañana, reconoció que “del 89 al 94” estuvo viviendo en el exterior “porque no podía soportar que Carlitos (por Menem) fuera presidente” y recordó lo duros que fueron los años de la hiperinflación y siguientes para los rockeros argentinos. La producción discográfica de rock argentino prácticamente desapareció en 1989 y 1990, aun para grandes nombres que, incluso si conseguían publicar (como Mateos, Fito Páez y Andrés Calamaro) optaron en muchos casos por irse del país, ya que aquí no les alcanzaba para vivir de su arte.

“El Gobierno de la Ciudad ha tenido la gentileza de nombrar con mi nombre la esquina de mi barrio natal, Villa Pueyrredón”, se alegró.

Sobre su trayectoria discográfica, que se remonta a los inicios de los años 80, reflexionó que siempre pensó “en hacer algo original, que quede en la memoria de la gente”.