Tres alumnos del nivel secundario que se dirigían al baño con una cantidad mínima de marihuana, al parecer con intenciones de consumo, recibieron 20 amonestaciones y fueron suspendidos por las autoridades de una tradicional escuela de Posadas.

Los tres alumnos tienen entre 14 y 15 años y cursan el segundo año, según precisó la directora del establecimiento "Martín de Moussy", Gladis Ledesma, en declaraciones a los medios de prensa locales.

Por el hecho, que ocurrió ayer en la escuela provincial "Martín de Moussy", los estudiantes involucrados fueron sancionados con amonestaciones y suspensiones, al tiempo que se comunicaron los antecedentes a los padres.

La responsable de la institución, una de las más antiguas de Posadas, dijo que el caso fue detectado por preceptores que interceptaron a los chicos cuando se dirigían a los sanitarios en horas de clases. "Se les sacó la sustancia, se dialogó con ellos y luego se decidió aplicarles 20 amonestaciones y suspenderlos", dijo la directora, quien además convocó a los padres para que se interiorizaran del caso protagonizado por los menores.

Después de advertir que "los estudiantes podrán volver a la escuela sólo si demuestran un compromiso con el estudio y cambian su conducta", la titular de la escuela comentó que el hecho fue descubierto mientras la mayoría de los alumnos participaba en una charla contra la violencia y a favor de la convivencia.

Además, se solicitó la intervención de la Dirección de Toxicomanía de la policía provincial, cuyos peritos realizaron las pruebas pertinentes para la comprobación del alucinógeno, tras lo cual se inició una investigación para determinar cómo los alumnos accedieron a la sustancia.

No obstante, en declaraciones al diario El Territorio, la directora dijo que "se les encontró una cantidad mínima de marihuana a los chicos, dos de los cuales tienen problemas de conducta, en cambio el chico que manipulaba la droga no tiene antecedentes de mala conducta".

Con respecto ala problemática que genera el consumo de drogas entre la población estudiantil, Ledesma dijo que "hay demasiado acceso en los contextos y la escuela no está afuera de los contextos. En la calle están vendiendo y permanentemente gente extraña quiere entrar a la escuela; nos vemos obligados a veces a echar llave a las puertas principales, a controlar que nadie ajeno entre. Es un problema que hace años venimos trabajando", señaló.