Por primera vez, cartografían el cerebro completo de un ser vivo
El cerebro de una hembra de mosca de la fruta, de un tamaño comparable a una semilla de amapola, alberga unas 139,255 neuronas y 50 millones de conexiones sinápticas. Se abren posibilidades incalculables en el estudio del funcionamiento del cerebro humano, infinitamente más complejo.
El cerebro de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) ha sido objeto de un detallado estudio que ha culminado en la creación del primer mapa completo de este órgano. Este avance científico representa un hito significativo, ya que durante décadas se ha buscado cartografiar con éxito la estructura cerebral de este insecto, proporcionando una referencia visual precisa de cada una de las neuronas en un individuo adulto.
El cerebro de una hembra de mosca de la fruta, de un tamaño comparable a una semilla de amapola, alberga un total de 139,255 neuronas y 50 millones de conexiones sinápticas. Este descubrimiento marca un considerable progreso en el ámbito de la neurociencia, que se comenzó a investigar desde la década de 1960.
En virtud de la singularidad de este estudio, el portal especializado ScienceAlert ha sugerido que el trabajo realizado podría ser candidato a un Premio Nobel, dada la relevancia de sus hallazgos. Los investigadores han justificado el interés en la mosca de la fruta, dado que sus conexiones cerebrales presentan similitudes notables con las de los seres humanos.
El biólogo molecular Gregory Jefferis, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), quien participó en la investigación, señala que las moscas de la fruta son capaces de realizar diversas tareas complejas, como caminar, volar, navegar y, en el caso de los machos, emitir sonidos para atraer a las hembras.
La realización de este ambicioso proyecto requirió la realización de más de 7,000 cortes del cerebro de la mosca, lo que permitió la obtención de aproximadamente 21 millones de imágenes. Para la organización y análisis de estos vastos datos, los investigadores utilizaron un programa de inteligencia artificial desarrollado por la Universidad de Princeton (Estados Unidos).
Los autores del estudio, cuyos resultados se publican en la revista Nature, enfatizan la importancia de este trabajo. Gracias a estos avances, los científicos disponen ahora de herramientas que les permitirán explorar el cerebro con mayor precisión, contribuyendo así a una comprensión más profunda de su funcionamiento y estructura.