El Concejo Deliberante de La Plata analiza un proyecto de ordenanza por el cual los padrespodrán controlar desde un sitio Web los ingresos a los boliches y bares a los que concurren sus hijos.

¿En qué consiste la iniciativa? En que los padres puedan ver qué ocurre en las puertas de los locales nocturnos platenses en tiempo real, a través de cámaras instaladas en las inmediaciones de los boliches.

"Es un paso más en el control y la prevención de conflictos en la nocturnidad. Creemos que puede complementarse con el Registro de Control de la Noche implementado recientemente y entendemos que si erradicamos la violencia contribuimos a disminuir la inseguridad", apuntó el concejal justicialista José Arteaga, impulsor de la medida.

El proyecto de ordenanza crea un espacio en el que se pueda trasmitir en directo las imágenes captadas por las cámaras de seguridad que se encuentren en la zona de ingreso a los bares y boliches enmarcados en el Código de Nocturnidad.

Para acceder al programa, los padres o vecinos deberán inscribirse en un Registro de Control de Nocturnidad que la municipalidad de La Plata viene llevando a cabo a través de la subsecretaría de Gobierno.

"La iniciativa apunta a que junto con el uso de las cámaras, el trabajo de los empresarios, Control Urbano y el compromiso de los padres, demos un paso más en brindar seguridad y en reducir los niveles de conflictividad en espacios que deben ser para la diversión", añadió Arteaga.

El fin de semana, el municipio puso en práctica un programa de control de la nocturnidad que permite a los padres de los jóvenes y adolescentes, salir a recorrer bares y boliches junto a los inspectores de Control Urbano, con el objetivo de constatar irregularidades.

Precisamente este fin de semana, un estudiante de 17 años, deportista y modelo publicitario, fue víctima de una golpiza a la salida de un bar platense (situado en 10, entre 49 y 50). Ocurrió el domingo a la madrugada, cuando el chico intentó defender a un amigo que estaba siendo atacado, aparentemente por un grupo de cinco rugbiers. Le rompieron la mandíbula y perdió cuatro dientes.