El origen del Día de los enamorados se remonta al siglo III, en Roma, a partir de la muerte de San Valentín, un sacerdote sentenciado por celebrar matrimonios en secreto.

En esa época, el emperador Claudio II consideraba a los solteros sin familia como los mejores soldados, ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales. Por esta razón, el emperador decidió prohibir la celebración de matrimonios para jóvenes.