Sida: investigan si un gel extraído del olivo evita el contagio
La molécula, que se extrae de la hoja del olivo y está presente en el aceite de oliva virgen, se pondrá a prueba durante 2 años, financiado y podría comercializarse en 5.
Un grupo de investigadores españoles ha logrado sintetizar y producir un antioxidante natural presente en el olivo para desarrollar un nuevo gel que podría frenar la transmisión del VIH por vía sexual.
La molécula, que se extrae de la hoja del olivo y está presente en el aceite de oliva virgen, se pondrá a prueba en un estudio de dos años, financiado por la Comisión Europea.
El proyecto, presentado hoy, comenzará en octubre y se espera que, tras los resultados en animales, se pueda avanzar en el desarrollo clínico y el gel pueda estar en el mercado en 5 años.
“Se trata de una sustancia totalmente nueva y pionera tanto por su mecanismo de acción como por su estructura química molecular, ya que combina dos mecanismos diferentes frente al VIH: la actividad antiviral directa y la antiinflamatoria”, señaló José Alcamí, jefe de la Unidad de Inmunopatología del SIDA del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III y coordinador del proyecto.
En la actualidad el tratamiento con microbicidas es aún de eficacia limitada -no supera el 40 por ciento-. De ahí la importancia de este proyecto, según Alcamí.
Recordó que el 90 por ciento de los medicamentos provienen del mundo vegetal y detalló que el desarrollo de microbicidas, especialmente en forma de cremas de aplicación vaginal, representa un área de investigación muy activa.
La pasada semana se presentó en España otro gel que ha superado los experimentos in vitro con una efectividad del 90 por ciento, y que también pretende evitar el contagio del VIH en relaciones sexuales.
Un proyecto y otro comparten el mismo objetivo pero con distintas estructuras químicas, según Alcamí, quien valoró que de los 40 grupos europeos que investigan en esta dirección dos sean españoles.
Estos compuestos son especialmente útiles en determinados contextos socio culturales, especialmente en el Ãfrica subsahariana o Asia, donde las mujeres “estarían perfectamente protegidas con un único sistema de profilaxis que culturalmente estaría aceptado”, según Alcamí.