Lejos de una salida rápida de África, los humanos modernos enfrentaron múltiples extinciones antes de poblar el mundo. Así lo revela un exhaustivo estudio que demuestra el papel crucial de los neandertales para nuestro éxito como especie. 

La investigación indica un breve período entre hace 48.000 y 41.000 años en el que el mestizaje entre humanos y neandertales permitió nuestra expansión global. Las poblaciones que salieron decenas de miles de años antes de África se extinguieron. Esto desbarata que haya sido algún tipo de superioridad adaptativa, intelectual o cultural lo que extinguió tan rápidamente a los neandertales en Europa. 

Efectivamente, en el período en que esta especie hermana desapareció, también lo hicieron los humanos que se habían mezclado en ese continente con los neandertales. Sólo sobrevivieron los mestizos de neandertal y humano que se extendieron por el resto del mundo, y fueron estos linajes los que finalmente repoblaron Europa, todavía en tiempos prehistóricos. 

De esta manera, el estudio de ADN ha permitido comprender patrones de migración y relaciones antiguas, revelando que, aunque prosperamos como especie, los primeros humanos modernos en Europa también sufrieron extinciones hace 40.000 años (también estuvimos al borde de la extinción 30.000 años antes, pero esa es otra historia). 

La desaparición de los neandertales, más que por competencia, se debió a factores ambientales, en un clima inestable. La mezcla genética con neandertales ofreció ventajas, especialmente en el sistema inmunológico, sugiriendo que este intercambio fue clave para nuestra adaptación y éxito fuera de África.