Desde los koalas a los canguros saltarines y los temidos demonios de Tasmania, todos los marsupiales de Australia y las islas aledañas tienen un ancestro común en América del Sur, según un artículo de la revista Public Library of Science Biology.

El acomodo respectivo de las ramas australianas y suramericanas en el árbol genealógico de los marsupiales ha sido motivo de debate durante décadas, en buena medida por las grandes diferencias que hay entre animales como el tammar wallaby de Australia y el opossum América del Sur.

Maria Nilsson, de la Universidad de Münster (Alemania), y sus colegas utilizaron secuencias genéticas para reconstruir la trama familiar de los marsupiales y llegaron a la conclusión de que todos estos animales que viven en Australia tuvieron origen en América del Sur.

Se han encontrado pocos fósiles de marsupiales antiguos en América del Sur y en Australia, y los estudios anteriores de genes nucleares y mitocondriales habían arrojado resultados ambiguos acerca de cuáles eran los linajes con parentesco más cercano y cuáles se separaron antes.

Nilsson y sus colegas buscaron, específicamente, retroprosones, esto es fragmentos repetitivos del ADN insertados en los cromosomas después de que han sido transcritos en reversa desde cualquier molécula de ácido ribonucleico.

Los científicos creen que es poco probable que los retroposones hayan surgido, independientemente y al azar en estas especies y exactamente en la misma parte del genoma y que, por lo tanto, pueden usarse como marcadores filogenéticos sin ambigüedades.