Una obra de Minujín apareció semidestruida bajo una autopista porteña
La Vuelta / Se trata de una mujer de acero y alambre, de más de 20 metros, que iba a instalarse en la Reserva Ecológica. “Es un brutalismo total lo que pasa acá y este tema corrobora que las obras de arte no tienen ningún valor en la Argentina y en los espacios públicos”, advirtió la artista.
Una escultura de Marta Minujín, que iba a ser estrenada en Costanera Sur, apareció desarmada bajo una autopista. Se trata de una mujer de más de 20 metros de acero y alambre, que iba a erigirse sobre la Reserva Ecológica de Buenos Aires pero en 1998 la iniciativa quedó suspendida luego de que uno de sus auspiciantes se declaró en quiebra.
“En París y en Andalucía tratan muy bien el arte, envuelven una fotografía en papel celofán antes de enviársela a alguien, en todo tienen un sentido de archivo”, describió la artista en La Vuelta, en desmedro de lo que ocurre en ocasiones como estas en nuestro país.
“Es un brutalismo total lo que pasa acá y este tema corrobora que las obras de arte no tienen ningún valor en la Argentina y en los espacios públicos”, advirtió ofuscada Minujín.
La Obra: Mujer Intelecto Consumismo 2000. “La mujer antes bordaba; yo quise hacer una mujer bordada por hombres, o sea, por herreros. Es una obra muy difícil. Con un solo fierro hice una mujer de más de 20 metros, soldada, que podía durar una eternidad. El plan era colocarla sobre una plataforma de 50 metros, con un restaurante arriba, donde la gente pudiera ver Uruguay desde el río”, explicó.
Minujín afirmó que la obra “ya la tenía casi lista; comencé en el 96. Pesaba 5 toneladas. Cuando quiebra el Banco Patricios ellos se llevaron la escultura no se a dónde”.
La artista se preguntó “si a una modista le dan la tela –el hierro me lo habían dado- y el diseño del vestido lo inventa ella pero no tiene lugar para coser y le dan el lugar y la plata para coserlo, ¿de quién es la obra? Yo pensé que era mía. Pero no, los del banco se la llevaron y no la vi por dos años. Ahí la recuperé y la llevé al centro de diseño en las terrazas de Recoleta y pudimos finalizar gran parte. La nueva empresa se cansó y la llevaron al Puerto. Terminó cortada a la mitad en el Museo de Arte Moderno, donde pude recomponerla. En ese ínterin, yo venía financiando en diez años mi propia obra”.
“La directora del Museo de Arte Moderno me consiguió un lugar para que me la guarden pero en el traslado las grúas la destruyeron porque los obreros no sabían qué eran, pensaron que se trataba de un montón de fierros. Eso es la Argentina”, lamentó Minujín.