Alemania levantó la prohibición de la resistida Uber
La aplicación que permite conectar desde el móvil a conductores particulares con viajeros, había sido vedada a finales de agosto, tras la resistencia de los taxistas.
El Tribunal Regional de Frankfurt decidió levantar el recurso de urgencia dictado contra la empresa estadounidense el 28 de agosto porque no ve la "urgencia" de tener que decidir sobre la disputa entre la compañía y el colectivo de taxistas alemanes, según un despacho de la agencia DPA.
El colectivo que nuclea a los taxistas alemanes había demandado a Uber por "competencia desleal", entre otras cosas porque los conductores anónimos que se ofrecen como choferes a través de la plataforma tienen costos más bajos -y por lo tanto ofrecen un viaje más barato- al no pagar licencias comerciales ni seguros.
Pero el tribunal revisó la apelación interpuesta por la compañía californiana y Uber podrá volver a ofrecer sus servicios en el país europeo, sin arriesgarse a hacer frente a las multas de hasta 250.000 euros por viaje que amenazaban a la empresa en caso de prestar servicio.
Un cable de la agencia alemana adelantó que los taxistas recurrirán esta decisión.
Uber es una plataforma móvil para smartphones con Android (de Google) e iOS (de Apple), que contacta a personas que quieren trasladarse en una ciudad con conductores dispuestos llevarlas en su auto particular, a cambio de un precio preestablecido.
Entre sus ventajas, permite a los pasajeros rastrear la ubicación del coche reservado y ver desde el teléfono los datos personales del conductor, el tipo de auto y acceder al puntaje con el que otros usuarios calificaron previamente al chofer.
Según informa en su sitio web, la plataforma está activa en 196 ciudades de 45 países, entre las que se encuentran Rio de Janeiro, Toronto, Tel Aviv, Moscú, más de 100 ciudades estadounidenses y varias europeas.
Sin embargo, al igual que en Alemania conductores profesionales de otros países del viejo continente resisten su desembarco. En junio, miles de taxistas de unieron en una protesta continental que paralizó el tráfico en Madrid, Barcelona, Londres, París y Berlín, entre otras capitales.