Las automotrices responden a las novedades de Apple y Google
Audi mostró su nueva línea de autos deportivos en el Salón del Automóvil de Ginebra, con la mira puesta en los avances de las compañías tecnológicas.
Para aquellos que se preguntan si las automotrices tradicionales están listas para enfrentar la amenaza que plantean nuevos rivales como Google y Apple, no hace falta ver más allá del R8 de Audi AG.
En el Salón del Automóvil de Ginebra, la alemana Audi presentó una versión eléctrica de su auto deportivo R8 que demuestra por qué los ejecutivos confían en que podrán resistir una ofensiva de Silicon Valley que amenaza con poner boca abajo esta industria con 129 años de historia.
El R8 tiene un chasis de aluminio ligero y fibra de carbono que le da una autonomía de 450 kilómetros con una sola recarga de batería. Audi ha probado el auto en piloto automático a más de 200 kilómetros por hora en el circuito alemán de Hockenheim, que se utiliza en la Fórmula Uno, y colocó faros láser que alumbran más que las luces actuales.
El auto busca demostrar que el sector automotor puede hacer ahora lo que empresas como Google sólo vaticinan. "Nuestro objetivo fue incorporar todas las nuevas tecnologías en el auto", dice Heinz Hollerweger, director de la división de rendimiento Quattro GmbH de Audi, que desarrolló el R8.
En momentos en que la industria automotriz enfrenta un débil crecimiento en Europa, el colapso de la economía rusa, la volatilidad de las divisas e inestabilidad política en algunas regiones del mundo, sus ejecutivos temen que se esté aproximando una fuerte tormenta, conforme gigantes como Apple y Google ponen su mira en los autos.
Al igual que las historias de alteración del statu quo que han ocurrido en muchos sectores, las automotrices luchan para continuar al volante de la industria que han construido.
"Hay una tremenda oportunidad en la convergencia de la tecnología de la costa oeste (de Estados Unidos) y la industria automotriz con su enorme profundidad tecnológica", afirma Dieter Zetsche, presidente de la junta de Daimler AG, cuyo fundador patentó el primer automóvil en 1886. Daimler es dueña de Mercedes-Benz. "No tenemos miedo. Estamos confiados en nuestra fortaleza".
Ni Apple ni Google exhibieron vehículos en el salón de Ginebra, pero su presencia se ha sentido en reuniones a puerta cerrada y conferencias de prensa. Google ha desarrollado un prototipo de auto que no necesita conductor. La empresa anunció en enero que espera sacar uno al mercado dentro de cinco años.
El presidente ejecutivo de Renault, Carlos Ghosn, duda del cronograma de Google. "No pensamos que sea factible", dijo Ghosn sobre la proyección del gigante tecnológico de tener un auto autónomo listo para 2020. "Está en el horizonte de más de 10 años", aseguró, citando la lentitud con la que avanzan las mejoras tecnológicas y las regulaciones gubernamentales.
Cientos de empleados de Apple trabajan en diseños para un auto eléctrico de marca propia en un proyecto conocido internamente como Titan, dijeron fuentes al tanto a The Wall Street Journal. El proyecto ha hecho suficientes progresos como para que empleados del gigante tecnológico lleven a cabo reuniones con fabricantes que se especializan en autos de alta gama, aunque su producción aún está lejos de concretarse, si es que sucede.
Un motivo de preocupación de los ejecutivos del sector es el poderío financiero de Silicon Valley. Apple cuenta con una reserva de efectivo de cerca de US$178.000 millones y su capitalización de mercado, de US$750.000 millones, duplica el valor combinado de Volkswagen, Renault, PSA Peugeot Citroën, Daimler, BMW y Fiat Chrysler Automobiles.
"Me preocupa que alguien de ese calibre juegue el papel de perturbador", reconoció Sergio Marchionne, presidente ejecutivo de Fiat Chrysler. "Apple tiene credibilidad y mucha más capacidad financiera que cualquier fabricante de autos".
El desafío del sector tecnológico llega en medio de un panorama económico mundial con luces y sombras. El año pasado, las ventas de autos en Europa registraron un crecimiento moderado, impulsadas en parte por las bajas tasas de interés del Banco Central Europeo, que han abaratado los préstamos. No obstante, la recuperación del continente se ha debilitado, lastrada por la crisis política en Ucrania y el colapso de la economía rusa como resultado de las sanciones de Occidente y la devaluación del rublo.
El mercado de EE.UU. ha vuelto a crecer rápido, gracias a una caída del desempleo, la continua expansión económica y los bajos precios de la gasolina, que están alimentando la demanda de camionetas y todoterrenos. China también sigue creciendo, lo que ha apuntalado las ganancias de muchas automotrices occidentales.
"La amenaza de que empresas como Apple y Google terminen controlando tecnologías clave en los autos, como sistemas que interconectan a los vehículos en las calles o de piloto automático, ha llevado a la industria a acelerar sus propias iniciativas. Eso queda en evidencia en el R8 y la incorporación de nuevas tecnologías en autos más masivos.
"También estamos muy interesados en las tecnologías de Googley Apple, y creo que (...) podemos fusionar el mundo digital y el móvil", señala el presidente ejecutivo de Volkswagen, Martin Winterkorn.
Muchos en la industria dudan que Google o Apple quiera realmente fabricar autos. Ambas empresas están ansiosas por seguir a sus clientes dondequiera que usen sus productos durante el transcurso del día, en casa, en el trabajo, en el auto. Las tecno-lógicas ven los vehículos como el tercer lugar donde la gente pasa mucho tiempo, dicen varios ejecutivos del sector automotor.
Pero aunque es poco probable que Googleo Apple produzcan un auto tan sofisticado como el R8 en un futuro inmediato, una cosa es segura: la industria automotriz está siendo sacudida por nuevas tecnologías como la electrificación y la conexión a Internet.
La incursión de Google y Apple en el mercado automotor "es algo bueno, pero cuando eres el tipo cuya vida está siendo alte-rada, no necesariamente lo anhelarás", expresó Marchionne. "Tal vez te sientas mejor después, pero cuando lo estás experimentando no es algo positivo".