La petición pública, realizada desde la plataforma Change.org, fue abierta el mismo día del arresto de Igarashi y exige "la liberación inmediata de los acusados".

Además de la artista de 42 años, también fue detenida la propietaria del local de "sex shop", donde se exhibieron las piezas, según informó la agencia EFE.

En julio pasado Igarashi, también conocida bajo el seudónimo "Rokudenashi-ko", fue detenida por enviar material para recrear su vagina con una impresora 3D, una actividad que, según el código penal nipón, vulnera las leyes que prohíben la distribución de material "obsceno".

En aquella ocasión, fue liberada bajo la condición de destruir los datos y las obras que había realizado.

Ahora, tras un nuevo arresto, podría recibir una condena de hasta 2 años de prisión o una multa por unos 19.735 dólares (alrededor de 170.000 pesos).

En la actualidad, la reproducción de las imágenes de genitales humanos en los diversos medios de comunicación, suelen ser censurados por la industria para evitar inconvenientes legales.