Siemens despedirá 15000 trabajadores antes del 2015
La multinacional alemana de ingeniería y tecnología anunció un plan para reducir costos que se iniciará de inmediato.
La mitad de los despidos se harán efectivos en 2013 y el resto antes de finales de 2014, precisó en un comunicado la compañía con sede en Múnich. Siemens tiene unos 370.000 empleados en todo el mundo, entre ellos 119.000 en Alemania.
El plan de la compañía apuesta por bajas incentivadas y por reubicar a parte del personal en otras secciones de la multinacional, que fabrica desde turbinas de gas hasta equipos ferroviarios pasando por productos médicos.
"Los ajustes de plantilla en curso o previstos en el marco del Plan Siemens 2014 son 15.000 puestos en todo el mundo, 5.000 de ellos en Alemania", indicó.
Con este plan, Siemens pretende ahorrar unos 6.000 millones de euros de aquí al año que viene.
En Alemania, 2.000 puestos serán suprimidos en el sector industrial, 1.400 en el de energía, otros 1.400 en actividades de infraestructura y 200 más en otros ámbitos, informó.
El grupo indicó que los planes de reducción de costes no son nuevos, que el número de despidos fue negociado con los representantes de los trabajadores y que hizo públicas estas medidas después de haberlas tratado internamente. "Respetamos nuestros compromisos: primero negociamos con los trabajadores, después lo comunicamos públicamente", afirmó el grupo.
En julio, el conglomerado nombró a Joe Kaeser nuevo director ejecutivo de la compañía, en sustitución del despedido Peter Loescher. Cuando Kaeser asumió el mando de Siemens, subrayó que la compañía no estaba "en crisis, ni necesita una gran reestructuración.
Sin embargo, últimamente hemos estado muy preocupados de nosotros mismos y perdimos algunos momentos de ventaja frente a nuestros competidores", dijo a finales de julio, prometiendo devolver a Siemens a su equilibrio.
Durante los cambios en la cúpula de Siemens, la jefa de gobierno Angela Merkel comentó a través de su portavoz que considera al grupo Siemens como "buque insignia" de la economía alemana y que la empresa necesitaba "volver a la calma".
Poco después de anunciar los cambios, la compañía dio a conocer sus resultados del tercer trimestre, donde registró un avance del 43% en su beneficio neto, hasta los 1.100 millones de euros. Pero, el beneficio de las operaciones continuadas cayó un 13% entre abril y junio, hasta los 1.000 millones de euros, mientras que las ventas disminuyeron un 2% hasta los 19.200 millones de euros, afectadas por sus actividades en la energía eólica en Estados Unidos.