"La guerra está abierta... armen sus equipos... la matanza empieza". "Volando cabezas al que se atraviesa. Somos sanguinarios, nos gusta matar... Bien empecherados, blindados y listos para ejecutar". Frases como estas se escuchan todas las noches en muchos bares de Los Angeles y otras ciudades de EEUU, además de en los reproductores musicales de millones de jóvenes. Son letras de narcocorridos -en concreto de las canciones 'Cárteles Unidos' y 'Sanguinarios del M1'-, un género musical que cuenta las andanzas de los jefes de los cárteles de la droga y que está experimentando un gran auge fuera de México.

Los narcocorridos, prohibidos en las emisoras de radio mexicanas desde 2011 porque las autoridades consideran que hacen apología de la violencia, han traspasado fronteras. Para algunos expertos, esta mezcla de 'polka con metanfetaminas' -como lo definió un periodista de la revista 'Time'- está viviendo un fenómeno similar al del 'gangsta rap' en la década de los 90.