"El amor tiene que ver con la capacidad de dar"
Apasionado por la actuación y, especialmente por el teatro, el actor está terminando dentro de un mes una obra -"Votemos"- y diez días más tarde ya tiene fecha de estreno para la siguiente: "Jardines Salvajes", una comedia en la que compartirá escenario con Viviana Puerta, Micaela Vázquez y Nazareno Casero.
Nació en Mercedes, una ciudad ubicada en el centro de la provincia de Corrientes. Su carrera como actor le ha dado grandes satisfacciones porque todos y cada uno de sus personajes han dejado huella en el espectador. En su casa, de chico, no había tele, y él ansiaba actuar en los actos escolares hasta que un día una docente lo invitó a participar de una obra de teatro. Con el tiempo se inscribió en la carrera de Arquitectura y cursó durante cuatro años, pero colgó las maquetas y se decidió por el teatro junto a un grupo de jóvenes con quienes compartía los mismos intereses y las mismas curiosidades por el mundo de las artes escénicas.
En televisión participó en infinidad de programas exitosos entre los que se destacaron “Atreverse”, “Fiscales”, “Gasoleros”, “Conflictos Modernos”, por citar algunos, pero la popularidad llegó con su interpretación de Elvio Dominici, el farmacéutico que interpretó en el unitario “Vulnerables” por la pantalla de canal 13.
Carlos Portaluppi está transitando las últimas cuatro semanas como uno de los protagonistas de “Votemos”, una obra extraordinaria, con odios y prejuicios ante lo desconocido, que a partir de una reunión de consorcio expone temas delicados como la salud mental en una ronda de siete vecinos poco civilizados.
-Hablemos de la particularidad de Fernando, tu personaje, un taxista bastante particular.
-Uy, sí, Fernando es un taxista que vive en esa comunidad, uno más de ese grupo de vecinos carente de empatía para con los demás. Me gustó la forma de abordar el tema y exponernos como sociedad, una idea muy inteligente por parte del autor, que es español.
Se trata de la versión extendida del celebrado cortometraje español “Votamos”, que en 2022 fue nominado a los Premios Goya, y cuyo director Santiago Requejo es uno de los autores que firma esa adaptación teatral junto a Javier Lorenzo y Raúl Barranco. Todo se inicia con un tema que debería ser de rápida resolución: aprobar el cambio del ascensor. Sin embargo, esa noticia los descoloca por completo y todo se paraliza cuando se enteran que estaría llegando al edificio un nuevo inquilino, compañero de trabajo de uno de los propietarios, que está en proceso de reinserción por padecer algún trastorno de salud mental.
“Mi personaje es un tipo ignorante que tiene por costumbre poner el dedo índice apuntando y no justamente haciendo cargo de sus propios problemas como el resto de los vecinos. Todos tenemos problemas, pero en la obra se destaca la exposición del problema del otro”, revela Portaluppi.
-¿Viviste algún episodio complicado con algún grupo de vecinos en la vida real?
-Por suerte, no soy propietario, así que no participo de reuniones de consorcio. Creo que esa es una a favor de no ser dueño de un inmueble. Fuera de esos, tengo claro que hay muchos Fernandos y de los otros en cualquier edificio de departamentos; gente que tiene conductas muy parecidas a lo que refleja la obra.
-Sé que también estás ensayando una nueva comedia. ¿Qué podés adelantar?
-Es una obra de Karen Zacarías que se estrenó en Broadway y desde New York llegará Ricardo Hornos para dirigirnos. Somos cuatro actores, con Viviana Puerta, Micaela Vázquez y Nazareno Casero, en una de las salas del Multiteatro, a partir del 12 de junio, con producción de Carlos Mentasti y producción ejecutiva de Valentina Berger. La obra se llama “Jardines salvajes” y cuenta la historia de dos familias. Viviana Puerta será mi pareja y somos los que hace más tiempo habitamos el barrio. Y los personajes de Nazareno y Mica tienen una medianera en su jardín, y a partir de ese límite divisorio se sucederán encuentros y desencuentros. Es una comedia muy ágil y divertida y la gente lo va a pasar genial.
-Qué bueno entrar y salir de personajes tan distintos. Recuerdo que el año pasado te vi en la serie “Mordisquito: a mí no me la vas a contar”, que se emitió por la TV Pública, y donde te tocó interpretar a Raúl Apold, secretario de medios del peronismo.
-Me encantó hacerlo porque tenía que ver con parte de nuestra historia en la Argentina, de un contexto histórico, político, social y cultural que giraba en torno a Enrique Santos Discépolo, gran autor, dramaturgo y compositor argentino. Creo que más allá de las ideologías políticas fue un momento importante de nuestra historia que merecía y valía la pena ser recordado y revivido a través de una ficción.
-¿Cuál es tu opinión respecto de las medidas que ha tomado el gobierno respecto del desguace de los medios públicos?
-La TV Pública es un medio que tiene alcance nacional y que llega a los lugares más recónditos de nuestro país y, de repente, puede ser la única conexión que tiene la gente con las noticias y la comunicación en general. Es un medio que ha sido, es y seguirá siendo necesario. Creo que el cierre de la transmisión es un retroceso y si hay cosas para corregir, deberán corregirlas, pero dejar a mucha gente sin la posibilidad de las herramientas que tenía al alcance de su mano con la información y con la transmisión de la cultura de nuestro país que es un medio importantísimo para nosotros, los ciudadanos. Aun teniendo la certeza de que se hayan cometido hechos que no condicen con la ética, la moral o lo que sea, modifiquemos cosas pero no privemos a la gente de todo lo demás.
-Algo similar está pasando con el INCAA y la posible desaparición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que es un Festival Clase A, muy prestigioso, adonde llegan figuras de todas partes del mundo.
-Lo que no hay que eliminar son las cosas que están bien, el Instituto de Cine sirve para ayudar a directores nuevos que se han formado en la Universidad Pública, en espacios culturales con mucho esfuerzo y que ayudan a poder contar las historias que son parte de nuestra cultura y aunque las vean mil personas, es válido. Todos queremos tener el éxito de pasar el millón de espectadores, sin embargo, ya activar un proyecto de cine hace que se generen muchos puestos de trabajo y muchas familias que han podido llevar un plato digno de comida a su casa. A veces se filma en alguna provincia del interior del país y mucha gente del lugar tiene la posibilidad de experimentar cómo se hace cine y se genera un movimiento que reactiva la industria del lugar. Dejar sin financiamiento al INCAA o al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata es una locura porque tiene que ver con la apertura de un mercado, ya que hablamos de economía social de mercado. Ayuda a que nuestra cultura se expanda y se exporte y a su vez mucha gente quiera venir a trabajar acá.
-Fuiste “Morcilla”, un preso bruto y desagradable en la serie “El Marginal”, que se estrenó en la TV Pública y que se vio en el mundo a través de las plataformas digitales.
-Me diste un puntapié inicial para este tema, porque “El Marginal” fue financiado y producido por el INCAA durante la primera temporada; se hizo con producción de la TV Pública y con producción ejecutiva a cargo de Underground (la productora de Sebastián Ortega) y fue una ficción que llegó a tener cinco temporadas. Obvio que después tuvo un alcance masivo porque entró en una plataforma que tiene que ver con la economía social de mercado, que fue la que le permitió expandirse. Fue la primera ficción latinoamericana que ocupó el prime time en la televisión francesa, más allá del alcance de Netflix, que la expandió por todos lados.
-¿Cómo aprovechás tu tiempo libre, de ocio?
-Me desespera el tiempo libre, ya quisiera estar ensayando otra vez. Obvio que también disfruto de mis momentos de estar en soledad, pero pensá que estoy terminando una obra el 2 de junio, y el 12 estoy estrenando otra.
Portaluppi es hincha de Ríver, razón por la que también se hace un lugarcito para mirar algún partido siempre y cuando no se superponga con alguna actividad que no pueda modificar. También ve muchos partidos del exterior y sobre todo sigue a esos equipos en los que juega algún argentino, como por ejemplo Julián Álvarez, en el Manchester City. Fuera de eso, queda claro que el teatro es como tu segunda casa.
“Sí, el teatro es mi cable a tierra, es el motor que me activa, es la madre, siempre tuve claro que no hubiese sido un buen arquitecto”, describe.
-¿Cómo percibís estos tiempos de amores líquidos, de aplicaciones de citas y menos compromiso?
-El amor para mí es pensar en el otro. Cuando uno ama a alguien no piensa en uno, sino en quien le hace sentir cosas. El amor tiene que ver con la capacidad de dar.
-¿Con quién o quiénes harías una pausa sin tiempo para disfrutar de un momento inolvidable?
-El elegido sin dudas sería mi hermano Diego, a quien perdí hace nueve años y era la persona que más me hacía reír en la vida.
-¿Eran compinches?
-¡Éramos hermanos!
El actor termina la nota con los ojos brillosos, sonríe al mismo tiempo que saluda a Canosa, agradece la nota y promete invitación para su próximo estreno.