"Estoy en una etapa en la que puedo conectar con el disfrute, a pesar del cansancio, y vivir plenamente"
La actriz, que esta semana estrenará la cuarta temporada de Radojka, junto a Patricia Palmer, en una charla que transcurre sobre el trabajo, los hijos, el crecimiento personal y los aprendizajes.
Mientras disfruta de sus últimos días de vacaciones en Miami, junto a su marido y sus hijos, la actriz se toma una pausa para conversar con Alejandra Canosa. Distendida, relajada y rodeada de un paisaje sumamente atractivo, reparte su tiempo entre la lectura, caminatas, jugar con sus hijos y compartir buenos momentos con su familia y amigos. Se la puede ver con un vestido estampado con flores de varios colores, un sombrero divino, sandalias cómodas y una botellita de agua en la mano.
El jueves 18 de enero, Marcela Kloosterboer estrena la cuarta temporada de éxito de “Radojka”, la obra que protagoniza con la actriz Patricia Palmer y se podrá ver todos los jueves a las 22, en el Teatro Metropolitan. En principio se podrá ver durante enero y febrero, con posibilidades de gira por algunas provincias del interior del país en los meses siguientes.
“Es una obra que yo amé hacer porque tiene un texto impecable, está muy bien escrita y dirigida. Me pareció un desafío como actriz sumarme a tremendo proyecto que hice con Emilia Mazer en Villa Carlos Paz y a su vez había visto la versión que hicieron Patricia Palmer y Cecilia Dopazo en los comienzos”, confiesa. Y asegura que cuando elige una obra, se imagina en la platea como espectadora porque suele frecuentar los teatros para ver a sus colegas y su mayor deseo es que la gente salga satisfecha una vez terminada la función.
“Radojka” es una comedia muy bien escrita por los uruguayos Fernando Schmidt y Christian Ibarzábal y dirigida por Diego Rinaldi. Una anciana serbia, dos mujeres que se unen en un inesperado suceso que desencadena la trama y las lleva a tomar una radical decisión para poder subsistir y conservar su trabajo. A partir de ahí, Gloria y Lucía entran en un juego de humor desopilante que el público agradece y disfruta. ¿Qué estarías dispuesto a hacer para no perder tu trabajo?
-Y vos, Marcela, ¿qué estarías dispuesta a hacer en la vida real para no perder un trabajo si te encontraras entre la espada y la pared?
-Creo que intentaría mostrar todas mis cualidades y virtudes para ganármelo, pero sin dudas no haría ninguna de las cosas que hacen Lucía y Gloria.
-¿Qué priorizás a la hora de aceptar un proyecto en teatro o tele, más allá de si te ofrecen un buen cachet?
-En cualquiera de los dos casos priorizo la historia que se va a contar y particularmente el guión. También me interesa saber con quiénes voy a trabajar, el elenco, el director… Creo que es todo eso, y yo siempre fui muy intuitiva a la hora de definir mis proyectos. Apenas empiezo a leer algo, enseguida percibo si me veo haciéndolo. Volviendo a “Radojka”, me pasó desde el primer momento, y de hecho en su momento decidí mudarme a la provincia de Córdoba durante tres meses porque me encantó y era un proyecto en el que quería estar.
-¿Cómo te organizás con tus hijos Otto y Juana cuando la actividad te insume más tiempo?
Nos organizamos con mi marido. Cuando hago teatro, él se ocupa de los chicos y está bueno porque comparten tiempo con su papá. Ahora es genial, pero cuando surge hacer teatro cinco veces por semana, extrañan bastante y se quejan.
Kloosterboer comenzó a estudiar teatro a los 8 años y a trabajar en la tele a los 11, en el programa “Amigovios”, que se emitió en el año 95 en la pantalla de Canal 13. Si bien tiene 41 años, el recorrido es largo y entre algunos de los éxitos de los que formó parte podríamos enumerar “Verano del 98”, “Chiquititas” en tele y teatro. También se destacó en ficciones como “Tiempo Final”, “Son Amores”, “Herederos de una venganza” y “Las Estrellas”, con producción de Pol-Ka por citar algunos.
-¿Cómo sobrellevás la maternidad de estos tiempos, en los que los chicos tienen alto protagonismo? ¿Qué momentos disfrutás con ellos y en qué otros colapsás? ¿Ponés límites?
-Actualmente están en una edad que es más disfrutable, porque Juana tiene 7 y Otto, 4, pero hace dos años era un caos porque el más chiquito estaba muy caprichoso y la mayor celaba a su hermano, así que imagínate: se peleaban todo el día. Son edades en las que el disfrute es más cortito y rozás más con el desborde. En este momento, estoy de vacaciones y los estoy disfrutando más. Claro que hay momentos en que necesitás que alguien los lleve a pasear para poder descansar un poco sin interrupciones. Para mí, el tiempo sola también es fundamental pero siento que estoy en una etapa en la que puedo conectar con el disfrute a pesar del cansancio y vivir plenamente.
-¿Qué cosas aprendés de ellos?
-Aprendo mucho de ellos, Juana con 7 años tiene una inteligencia emocional que me sorprende, registra lo que le pasa, lo procesa y lo expresa sin ningún tipo de problemas. Me encanta eso de los chicos de hoy que tienen su propia voz y dicen lo que piensan, siempre y cuando sea con respeto. Otras veces, hay que frenar y decirles que hay conversaciones que son de adultos y ellos no tiene que opinar. Mis hijos son muy independientes y autónomos, ellos me mantienen en vilo todo el tiempo con cosas que me dicen o me demuestran con los hechos. Es increíble verlos porque muchas veces actitudes de ellos son el reflejo de lo que ven en los padres, hay cosas que me gustan y otras, no tanto.
-¿Qué ves cuando te ves? ¿Cómo vivís el presente?
-A ver… siento que soy una persona que estoy en el lugar donde quiero estar, me tomo más tiempo para pensar y decidir qué cosas quiero hacer y cuáles no. En ese caso, tanto a nivel personal como laboral. Quizás en otra época tenía el “sí” automático y hacía mil planes porque siempre fui una persona muy sociable, tengo muchas amigas y antes cualquier plan me venía bien. Ahora estoy más selectiva y más tranquila, más de quedarme en mi casa con mi familia. Elijo muchas veces quedarme en mi casa con mi marido y mis hijos, los cuatro solos. Me defino como una persona muy auténtica y frontal aunque a veces me juega en contra porque no tengo doble. Me defino como una canceriana, muy de mis afectos, de mi familia, salir a comer, ir al teatro, hacer planes con amigas y viajar con mi marido, tener distintas aventuras juntos.
-Hubo tiempos de gloria en la tele. ¿Cómo te impacta la falta de ficción nacional?
-Me da lástima porque viví la época dorada de la tele cuando había novelas todo el día y hoy o hay una o no hay ninguna. Sé que es muy caro producir en la Argentina y las condiciones son difíciles pero yo tengo la esperanza de que en algún momento se vuelva a hacer algo porque si bien hay plataformas digitales que ofrecen otras opciones, hay mucha gente a la que le gusta consumir tele argentina en el prime time, donde se puede disfrutar un buen programa en familia.
-¿Y qué opinás de Gran Hermano, un reality muy cuestionado aunque es lo más visto del prime time?
-Coincido en que GH tiene muy buen rating y en un punto creo que esa gente está esperando o queriendo ver algo. Me encanta la tele como espectadora y hacer televisión como actriz mucho más. Ojalá se revierta la situación y que pronto podamos disfrutar de buena ficción nacional.
-¿Cómo viene aspectado el año a nivel laboral?
-Además de Radojka tengo otras dos propuestas teatrales para este año, estuve leyendo varios libros que me gustaron muchísimo, una probablemente para la segunda mitad del año. Hace algunos meses surgió algo para ficción, me entusiasmó, lo conversamos pero quedó en stand by, así que espero que se concrete.
-¿Qué opinás acerca de la falta de conciencia respecto del medio ambiente?
-Me preocupa muchísimo y coincido en lo que decís, la falta de conciencia de la gente está claramente ligada a la falta de información. Hay muchas cosas que desconocemos y como no nos explican demasiado siento que en un punto vivimos en la ignorancia. Tengo la esperanza de que las nuevas generaciones que vienen sean mucho más conscientes. Hoy lo estamos viendo en nuestro país, antes las cuatro estaciones estaban muy definidas y ahora tenemos tormentas tropicales, sequía…
-¿Practicás alguna disciplina que te permita conectar con el aquí y ahora?
-Sí, claro. El tiempo presente es todo lo que tenemos y trato de practicar “mindfulness” que es justamente eso: atención plena, una técnica de meditación que consiste en observar y conectar con la realidad en el momento presente y aceptando lo que sucede. Volviendo a lo que veníamos conversando al principio de la nota, estoy más concentrada y soy más consciente de lo que estoy haciendo y lo que me gustaría hacer en el futuro a corto plazo. Intento disfrutar el momento aunque a veces no sea fácil, incluso cuando vivís algo muy bueno y la mente va para adelante o para atrás con los pensamientos. Tomo clases de yoga desde el año pasado y me encanta. Intento estar conectada con el presente y por eso busco actividades placenteras.
-¿Con quién o quiénes te gustaría sentarte a conversar sin tiempo y de qué hablarían?
-Uy, se me vienen varios nombres a la mente pero ayer justamente vi la película “La Sociedad de la Nieve”, que me conmovió profundamente, y pienso que me gustaría mucho sentarme a conversar con esa sociedad. Para que me cuenten anécdotas más allá de haber leído todos sus libros y declaraciones. Una historia apasionante. Pero también pienso en los “rockeros” de nuestro país que amo y me sentaría a conversar con Fito Páez, Charly García, Fabiana Cantilo y me encantaría sumar a Gustavo Cerati a quien conocí en su momento. Me fascinaría escuchar anécdotas de todos ellos juntos.