"Hay gente que tiene intereses adquiridos en seguir como estamos; como Lali, que ha tenido contratos con el Estado"
El candidato a Diputado Nacional por La Libertad Avanza, Bertie Benegas Lynch, conversó con Gabriel Ziblat y el equipo de De Puntín, sobre el posteo de Lali Espósito, la dolarización, el costo de la política y la necesidad de modernizar las leyes laborales.
El candidato a Diputado Nacional por La Libertad Avanza, Bertie Benegas Lynch, conversó con Gabriel Ziblat y el equipo de De Puntín. Estos fueron algunos de los conceptos que dejó:
"Lali Espósito es libre de opinar como cualquier ciudadano y es legítimo. Ahora, darle un peso como si fuera una entendida en la materia me parece que hay que relativizarlo".
"Hay gente que tiene intereses adquiridos en seguir como estamos, como Lali, que ha tenido contratos con el Estado. Hoy estamos pagando espectáculos con el hambre de la gente, que está comiendo de la basura. Y también tenés políticos que saben que con la dolarización se les termina el curro de la política y de robarle especialmente a los que menos tienen. Porque con el peso detonado, los que más sufren son los que cuentan las monedas para comprar la leche".
“Hay gente entendida, economistas y demás que se resistan: algunos de buena fe, con argumentos distintos, y otros porque están conectados con la política y justamente esa fuente que es el fraude más grande de nuestra época, que son los impuestos, la inflación y la deuda”.
“Hemos perdido la perspectiva de para qué está el Gobierno, que es para proteger los derechos individuales, los derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad. Nada más. Se ha metido en todos lados, y son empleados nuestros. Es como el administrador de un consorcio. No puede sacar un préstamo en el banco de la esquina para hacer despilfarros sin la opinión de los propietarios”.
“Hoy estamos en el quinto subsuelo del infierno y llegar al cielo no va a ser de un solo salto. Eso implica secuencialidad. Entonces, primero qué es lo urgente, lo inmediato, que no afecta partidas sociales: bajar los gastos de la política, lo que permite bajar los impuestos; la modernización laboral que es importante para mejorar la empleabilidad; sacar las regulaciones, y después abrir el comercio internacional. La dolarización y el cierre del Banco Central va a lo último de todo eso, al final”.
“No suscribo que toda la gente que está en el Estado es vaga o que hay que echar a todos. Para nada. Creo que están con los incentivos equivocados y que hay gente muy capaz. Hay que ir por las planas mayores y después ver toda la gente que está abajo, que nos puede ayudar. No es cuestión de limpiar a todo el mundo porque eso es un desquicio”.