“Estaba mal, triste y decaído por el penal que hice antes del gol de Francia, pero quería patear el penal. Me sentía con confianza, solo quería convertir y ser campeón".

-"Ser campeón del mundo es un privilegio y lo más lindo que le puede pasar a cualquier jugador y habitante del país. No cualquiera puede decir que es campeón del mundo. Todos los argentinos somos campeones".