Ahora dicen que el sol sería la fuente del agua en la Tierra
Un informe sugiere que los vientos solares "crearon agua en la superficie" de "granos de polvo minúsculos" transportados por asteroides.
La aparición de agua en la Tierra podría tener su origen en el Sol, según propone una nueva teoría desarrollada por un equipo internacional de expertos que publica este lunes la revista Nature.
La investigación, liderada por la Universidad de Glasgow y la Universidad Curtin (Australia), parte del hallazgo de agua en muestras de la superficie del asteroide de tipo "S" Itokawa, captadas por la sonda japonesa Hayabusa2 y traídas a la Tierra en 2010.
Estudios posteriores han sugerido que los impactos tempranos en la historia de la Tierra por asteroides similares podrían haber generado hasta la mitad del agua de los océanos de nuestro planeta, si bien no estaba claro cuál era la fuente original.
"Una teoría existente indica que el agua llegó a la Tierra en sus últimas fases de formación en asteroides del tipo 'C', pero pruebas previas de la 'huella' isotópica de estos asteroides demostraron que, en promedio, no coincidían con la del agua hallada en la Tierra, lo que significa que había, al menos, otra fuente desconocida", expone en un comunicado Phil Bland, de la Universidad Curtin.
Este nuevo trabajo, precisa el experto, sugiere que los vientos solares "crearon agua en la superficie" de "granos de polvo minúsculos" transportados por asteroides como Itokawa, un tipo de agua "más ligera, desde el punto de vista isotópico, que probablemente proporcionó el resto del agua de la Tierra".
"Nuestro innovador sistema de estudio nos ha permitido analizar de manera muy detallada el interior de los primeros 50 nanómetros de la superficie de los granos de polvo de Itokawa, que contenía suficiente agua que, a escala, equivaldría a unos 20 litros por cada metro cúbico de roca", resalta Bland.
Este trabajo no solo aporta conocimientos sobre el origen del agua en la Tierra, sino que también podría contribuir al éxito de futuras misiones espaciales, destaca Luke Daly, de la Universidad Curtin.