Copa Sudamericana: Independiente rescató un empate sobre el final contra Montevideo City Torque
Fue 1 a 1 con goles de Del Prete y Herrera. El árbitro Méndez tuvo una actuación sumamente olvidable que empañó el segundo tiempo. Por Juan Ignacio Minotti.
Otra vez, el Rojo pagó su avaricia. Tras un primer tiempo en el que renunció a atacar, y una segunda mitad donde fue perjudicado por el árbitro, Independiente rescató un empate valioso. Fue 1 a 1 contra Montevideo City Torque en Uruguay. Gustavo Del Prete abrió la cuenta para el local y Jonathan Herrera, goleador de la Sudamericana, convirtió para el visitante.
Como es habitual y como sucedió en el partido de ida, el Rojo adoptó una postura retrasada y especulativa. Incluyó una gran cantidad de suplentes y eso puede haberlo condicionado para volver a tomar la decisión de pararse del mismo modo que en el primer partido en Avellaneda. En aquel pleito, se refugió y sufrió, pero ante la desventaja inicial atacó al conjunto uruguayo, fácilmente le generó daño y dio vuelta la historia.
A los 12, en la primera en la que intentó ir hacia adelante, Braian Martínez condujo y habilitó a Jonathan Herrera que remató fuerte por abajo pero la pelota dio en el palo. A los 22, otra vez con una escalada de Fabricio Bustos, el Rojo se arrimó. Incluso cuando el partido le proponía un triunfo al alcance de la mano, el equipo de Julio César Falcioni parecía conformarse con el empate.
El equipo uruguayo consiguió merodear el arco de Sebastián Sosa, pero fue pura y exclusivamente por la mezquindad del equipo argentino que regaló la pelota y defendió en los primeros 30 metros de su campo.
A falta de tres minutos, en una de esas tantas acciones en las que el conjunto uruguayo pudo jugar en el área del Rojo, Patricio Ostachuk intentó marcar a Andrew Teuten ambos cayeron y el árbitro juzgó penal aunque la acción fuese dudosa. Gustavo Del Prete convirtió desde los doce pasos.
La idea de juego de Independiente es clara y sistemática: va por el empate como principal objetivo y no cambia el plan, aún cuando las circunstancias del partido marcan que puede ganar sin dificultad. El primer tiempo en Uruguay fue casi idéntico a la primera mitad jugada en el Libertadores de América.
En el segundo tiempo, el Rey de Copas salió a buscarlo y generó peligro rápidamente. Pero a los 9 minutos de juego se encontró otra vez con el árbitro paraguayo José Méndez, que decidió expulsar a Juan Pacchini por una acción que no lo ameritaba. Y a los 15, el propio paraguayo amonestó a Yonatthan Rak por una patada mucho más violenta y artera a Braian Martínez. No solo no lo expulsó, sino que echó a Silvio Romero, que estaba en el banco, por protestar.
El delantero y capitán de Independiente había sido muy crítico de la CONMEBOL por el tumultuoso viaje a Brasil de la semana pasada. A pesar de todo, el conjunto argentino intentó empatar a partir de los buenos ingresos de Sebastián Palacios y Domingo Blanco.
Sobre el final, el árbitro cargado por sus horrorosas decisiones previas, cobró otro penal discutible, en este caso para Independiente. En una buena jugada colectiva, Alan Velasco filtró un pase para Blanco quien cayó ante un contacto mínimo de un defensor de Torque.
Herrera, otra vez de penal, le dio el empate al conjunto de Avellaneda. Méndez destrozó el encuentro con su pésima actuación, pero el Rojo no empató por el árbitro. Se negó a jugar en campo rival durante la primera mitad y no le dio en el segundo tiempo para dar vuelta el resultado como lo hizo en Buenos Aires.
Más allá de que Bahía debe jugar ante Guabirá en el otro partido del Grupo B, y si gana lo superará por diferencia de gol, al conjunto de Falcioni le quedan dos partidos como local, uno ante el propio Bahía y otro ante el débil Guabirá, por lo que no quedó tan mal parado.