El gobernador José Manuel de la Sota se manifestó a favor de que se consulte a los vecinos de Malvinas Argentinas acerca de si quieren que la empresa Monsanto instale en esa localidad, a 12 kilómetros de la capital cordobesa, la planta de secado de maíz más grande del mundo.

"Como ciudadano, tengo derecho a opinar si quiero que se instale o no una empresa en el lugar donde vivo", dijo el mandatario a la prensa y señaló que el proyecto de nueva ley de Ambiente prevé "audiencias públicas antes de la aprobación del emprendimiento".

De la Sota dijo desde Buenos Aires a Cadena 3 que el proyecto que discute la Legislatura prevé que, si esas audiencias no son suficientes, se realice un plebiscito "para que cada localidad diga: quiero o no quiero" un determinado proyecto.

También dijo compartir con el intendente de Malvinas Argentinas, el radical Daniel Arzani, un criterio: "si la Legislatura aprueba esta ley, la primera aplicación va a ser el tema Monsanto".

De aprobarse la norma llamarán "a una audiencia pública con el intendente y a la empresa, para que explique sus compromisos", y si con eso no alcanza Arzani podrá convocar a los vecinos para que digan si quieren que Monsanto "se quede o que se vaya", explicó.

La planta proyectada para Malvinas Argentinas por la multinacional agrícola -similar a la que ya estableció en la ciudad bonaerense de Rojas- comenzó a levantarse en un predio de 27 hectáreas sobre la ruta provincial A 188.

Desde el 18 de septiembre año pasado vecinos y entidades sociales bloquean el paso de camiones con materiales para erigir la planta, porque consideran que el tratamiento de semillas de maíz supone la aplicación de agroquímicos, herbicidas o pesticidas en grandes volúmenes, lo que tendrá impacto ambiental en una zona urbanizada.

Un primer estudio de impacto fue rechazado por las autoridades ambientales cordobesas y Monsanto se comprometió a realizar otro "desde cero". Pero en el pueblo quieren que el intendente rechace de plano la iniciativa y terminar con el tema.