La semana pasada, el directorio del banco aprobó modificar las condiciones de un fideicomiso que Fariña estructuró dos años atrás para las empresas Austral Construcciones, Kank y Costilla, y Sucesión de Adelmo Biacalini.

De acuerdo al recorrido que reconstruyó el diario La Nación, los técnicos de la entidad habían planteado algunas objeciones que fueron dejadas de lado por los integrantes del directorio a la hora de levantar la mano a favor de los intereses de Báez.

El rescate financiero se basa en dos decisiones: la primera fue extender por un año el vencimiento de los títulos del fideicomiso que estructuró el esposo de Karina Jelinek cuando trabajaba con Báez. Caso contrario, el empresario patagónico hubiera estado obligado a devolver $231 millones que mantiene financiados.

La segunda medida favorable al empresario permitió ampliar hasta $300 millones el monto que puede emitir de títulos denominados “Clase A”, que son contra garantía de certificados de obra, mientras que los $50 millones restantes, o los denominados “Clase B”, deben ser emitidos contra otras garantías.

Polémica. En el contrato original firmado en junio de 2011 hay una cláusula expresa que establece que el Banco Nación debe “suspender inmediatamente la emisión de valores representativos en deuda” en caso de que se produzca “el dictado de cualquier resolución de carácter judicial o extrajudicial; relacionada con la validez, vigencia y ejecutabilidad del contrato o los bienes fideicomitidos”.

Si bien es habitual que un banco acceda a renegociar un fideicomiso –más en el caso de esta envergadura-, dicha predisposición suele encontrar limitaciones cuando el solicitante tiene causas pendientes como sucede en este caso.