Muchas veces se ha acusado a entrenadores de realizar operaciones poco claras en el traspaso de futbolistas. Sin embargo, al menos en la Argentina, la cuestión jamás desembocó en una causa judicial. En Croacia, sin embargo, los rumores desembocaron en una investigación formal y Zoran Mamić, entrenador del equipo croata más popular, el Dinamo Zagreb, fue condenado a cuatro años y ocho meses de prisión por malversación de fondos del club.

Mamić no era un entrenador más del Dinamo. Es uno de los ídolos más importantes que tiene la institución. Ganó ocho títulos como jugador y a partir de 2007 empezó a desempeñarse como director deportivo. Y, entre 2013 y 2016 y, nuevamente, desde 2020, también ejerció como director técnico del equipo. En ese cargo, logró seis campeonatos más.

Las principales irregularidades comprobadas por la Justicia datan de sus tiempos como director deportivo y sus primeros pasos como entrenador. Según se demostró, tanto él como su hermano Zdravko, dirigente de alto rango que se encuentra prófugo en Bosnia desde 2018, desviaron más de 15 millones de euros a cuentas de sociedades en paraísos fiscales.

Ante la confirmación de la condena, Mamić debió renunciar a su cargo, a dos días de tener que enfrentar al Tottenham por la vuelta de los octavos de final de la Europa League. En medio de tal caos, Damir Krznar, su ayudante de campo se hará cargo del equipo.

Varias de las ventas que originaron el ingreso del dinero desviado, fueron de mucho peso para el club y para el fútbol mundial. Según consta en la causa, el ex director deportivo derivó dinero procedente de las transferencias de dos de los mejores futbolistas que pasaron por la institución: Luka Modrić, actual figura del Real Madrid, al Tottenham, en 2008, y de Mateo Kovačić, ex Real Madrid y actual Chelsea, al inter en 2013.

Las investigaciones judiciales arrojan luz sobre procedimientos que, sin ser tan groseros, muchas veces se han insinuado en el mundo del fútbol. En este caso, las circunstancias son más duras. Un ídolo del club que hizo crecer en gran medida a la institución tanto en su etapa de jugador como de director deportivo, se recompensó con una remuneración que no le correspondía por tales éxitos.