FMI es la sigla de Fondo Monetario Internacional, y también la de Fuerza Misión Imposible, la saga que protagoniza Tom Cruise. En cualquier caso, para la Argentina significa ambas cosas. Después del pedido de Cristina Fernández de Kirchner ayer, en su discurso en Las Flores, donde señaló que "no pagamos porque no podemos, porque no hay plata", las autoridades del FMI salieron a replicar.

Gerry Rice, vocero del FMI, indicó que no se pueden reducir los costos ni ampliar el plazo de 10 años para repagar la deuda argentina como pretende el Gobierno. El representante del organismo sostuvo que la visita del ministro Martín Guzmán a Washington fue positiva, pero aclaró que al país se le aplicarán las mismas reglas que a todos. 

En su habitual conferencia de prensa, Rice destacó en Washington que las reglas son las reglas pese a las reiteradas protestas del Gobierno por el crédito extraordinario concedido en 2018 al país por más de USD 50.000 millones. 

La directora General del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, contó que la reunión con el ministro fue muy buena y destacó que los equipos están trabajando para proteger a los más vulnerables y promover el crecimiento. Se seguirá analizando la situación y el equipo del organismo a cargo de la Argentina sigue conversando con el equipo del país”, expresó. 

“Compartimos objetivos con las autoridades en cuanto a los retos que enfrenta el país. Necesitamos un conjunto de políticas para dar estabilidad y lograr un crecimiento económico sostenido, dirigido por el sector privado”, dijo Rice, reiterando el habitual diagnóstico del organismo sobre la Argentina. 

Un punto clave en la negociación era la posibilidad de que se recorte el costo del financiamiento del país a través de un recorte en las tasas, aclaró: “No tengo información minuciosa sobre ese tema. Lo que han indicado las autoridades argentinas es que preferirían un Acuerdo de Facilidades Extendidas en respaldo de sus planes y los desembolsos que hagan bajo ese plan se repagan en un período de cuatro, cinco o diez años. Estas condiciones se aplican en forma uniforme, no solo para la Argentina”. 

“Nos encontramos en una etapa muy inicial, tuvimos esta semana la primera conversación con el directorio, pero no puedo especular sobre lo que un país u otro pueda hacer sobre este tema; si la asignación se aprueba, se hace en conformidad con la cuota del FMI”, se refirió respecto del uso de los DEGS para efectuar el repago de la deuda argentina que en el caso de la Argentina representaría unos 4300 millones de dólares. 

Más allá de la Argentina, sostuvo respecto de la ampliación de los DEGS que “una nueva asignación serviría para todos los países miembros; si se aprueba, una nueva asignación le daría más liquidez sin aumentar la deuda, permitiendo apoyar a los países para su recuperación y la vacunación. 

La última vez fue en 2009 y ayudó a que la economía se recuperara, propició la confianza y el crecimiento”. Por último, Rice dejó un mensaje alentador para una economía mundial muy golpeada y paralizada por el Covid-19. “Estamos viendo una mejora en la economía mundial, pero hay demasiadas personas a la saga. Hay una divergencia en la recuperación global”, cerró.