El Gobierno de Javier Milei anunció medidas para desregular la estructura de gestión del suministro eléctrico. Este enfoque busca permitir a las empresas del sector la libertad para establecer contratos de compra y venta de energía, evocando un esquema similar al que se implementó en la década de 1990, aunque con ciertas diferencias que reflejan las particularidades de la gestión actual.