La provincia de Buenos Aires es el distrito clave de estas internas abiertas, simultáneas y obligatorias y en el comando de campaña del gobernador Daniel Scioli reina el optimismo en medio de un clima de victoria.

El padrón de Buenos Aires, con casi 11 millones de electores, representa el 37 por ciento del total de votos del país. Es el escenario donde la Casa Rosada espera hacer diferencia con sus rivales. Dado el festival de boletas que hubo, el escrutinio general estará caracterizado por la lentitud.

La oposición también está pendiente del resultado que arrojen las 32.436 mesas electorales de los 135 municipios bonaerenses. Ricardo Alfonsín, candidato a presidente de la UCR, pretende que el piso de votos radicales sea engrosado con el aporte de votos peronistas de su aliado y candidato a gobernador, Francisco de Narváez.