El sorteo de los octavos de final de las copas continentales de clubes definió que Boca y River lleguen por llaves diferentes del cuadro y solo podrían cruzarse en la final de la Libertadores, que se disputará el 4 de noviembre en el Maracaná. El equipo que dirige Jorge Almirón enfrentará a Nacional de Uruguay y los de Martín Demichelis a Inter de Porto Alegre. Durante el sorteo se generó un morbo especial porque quedaban solo dos equipos en cada copón y todavía no habían aparecido Boca y River.