“Hace más de cinco años mostramos en un documento pública que había un control laxo de precursores químicos, que son elementos necesarios para fabricar las drogas de diseño. Entre el 2004 y el 2008 se importaron casi 50 toneladas de efedrina, de las cuales 41 se comprobó que fueron desviadas hacia personas que estaban imputadas o procesadas por delitos de narcotráfico”, subrayó la fiscal general Mónica Cuñarro, especialista en delitos complejos de la Universidad de Buenos Aires.
 
“El registro estaba a cargo de la Sedronar, cuyo titular era Granero”, precisó en La Vuelta.
 
“Es lamentable que esto haya pasado”, sostuvo.