La guerra entre los grandes consorcios privados mundiales y los Estados, ya empezó
El trasfondo es el control del poder mundial. La ya vieja globalización conduce a un fenómeno que aterroriza a la política en todo el planeta: ser dominados por diez empresarios.
¿Porqué los estados nacionales empezaron hace tiempo una guerra contra Facebook? ¿Descubrieron ahora, que las empresas de Mark Zuckerberg controlan a las personas, las manipulan, a veces incluso las degradadas, e influyen en resultados electorales ?. No, siempre lo supieron.
Simplemente, el poder político en los países ricos, va entendiendo que, lo que fue primero una herramienta útil para ganar elecciones, los ha sob repasado y ahora, podría llamar transformado en un poder autónomo que esta en capacidad de reemplazarlos.
En la última cu mbre del G20 los estados participantes acordaron un impuesto mínimo del 15% a las grandes fortunas. Y un senador norteamericano la emprendió contra Elon Musk, propietario de Tesla y SpaceX, dejando sentando que con su fortuna podría paliarse el hambre en el mundo.
Ambas cosas están relacionadas. El enorme poder de ciertas grandes fortunas, controladas por empresarios que pueden manipular el precio de determinados productos utilizando bien las redes sociales, teléfono en alerta a la política mundial.
Justamente hablando de eso, las criptomonedas han empezado a ser prohibidas en determinados estados, algunos grupos de poder político empezar a trabajar en una campaña para señalarlas como una gigantesca estafa, cuando hasta hace un año, a nadie le importaban.
Pero las criptomonedas son monedas no estatales, no controladas por ningún Banco Central ni Reserva Federal ni nada parecido. Son totalmente privadas y los Estados y la política que los ocupa, no pueden hacer nada sobre ellas. Ni sobre su cotización, ni tampoco sobre su emisión. Desde la aparición de la "moneda de curso legal" es decir, aquella que los estados reconocen como válido para las transacciones, jamás apareció una moneda no estatal que además, los consumidores desean más que los estados, confían más.
El drama de los poderes estatales es enorme y las consecuencias pueden generar una bisagra en la historia al margen de las valoraciones sobre si es bueno, malo o mas o menos.
Si la moneda con mayor aceptación pública se emite desde una fuente desconocida y se traslada en un pen drive sin dependiente de ningún estado. Si su cotización la manipulan las mayores fortunas privadas mediante un par de tuits. Si las comunicaciones globales entre las personas se vehiculizan por gigantes tecnológicos privados que eluden las regulaciones estatales, como Facebook y Twitter y si los desarrollos tec nológicos mas importantes de los últimos años no tienen nada que ver con un estado, como los de Space X y Blue Origin, ¿que capacidad tienen los estados de administrar el poder ?.
La teoría histórica de que los gobiernos se mueven al compás de las grandes fortunas que los manipulan tras bambalinas, hoy se materializa y profundiza. Ahora, estas grandes fortunas ya ni siquiera necesitan mantener la fachada de un gobierno delante de ellos, se los pueden sacar de encima.
Si en una mesa se sientan los CEOs de Facebook, de Twitter y de Google, los manos anónimas que manejan la emisión de criptomonedas, y cinco o seis de los grandes desarrolladores de tecnología global, las demócratas dejan de tener sentido, porque las personas elegirán ( tal vez ya lo hacen) gobiernos sin poder ni capacidad de hacer ninguna cosa útil.
Por eso empezó el combate. Los estados nacionales empezaron a tratar de limitar el poder, por ejemplo de Facebook, con muy pobres recursos . La empresa es global y las normativas de cada país son disti ntas. Entonces algunos los sancionan con leyes antimonopolio, otros los hacen pagar por los contenidos periodísticos, otros los llevan a declarar ante el parlamento para hacerlos sentir perseguidos.
Aparecen impuestos globales a las grandes fortunas. pero los sistemas impositivos de los países también son diferentes, existen paraísos fiscales que no participan del G20. El poder global económico, de comunicaciones y el que controla las criptomonedas es homogéneo y las normas de los estados heterogéneos, por eso es de control imposible.
Parece todo muy cerca de un cambio de era an ivel historia de la humanidad. Es posible que los 20 tipos que controlan todo, hayan entendido que ya no necesitan al poder político como máscara y piensen en descartarlo. Es posible que la resistencia de los estados se termine de materializar, pero tarde y mal.
Por otro lado, incluso con honrosas excepciones, como lo ha sido Angela Merkel, el poder político mundial esta degradado. Joe Biden no para de cometer errores y torpezas, es objeto de burlas de su propio electorado en forma constante. Boris Johnson no es Margaret Tatcher ni Tony Blair. Emmanuel Macron no es Francois Mitterand. Pedro Sánchez no es Felipe González.
No es cierto que todo lo pasado fue mejor, pero esta claro que los liderazgos políticos está n degradados y los liderazgos empresariales consolidados.
La desconfianza social en las autoridades en todo el planeta tiene como contrapunto la confianza en el bitcoin, o la simpatía por los Elon Musk o la desesperación mundial cuando se corta whatsapp. ¿Que va a hacer la OTAN? ¿Bombardear Tesla?