Las negociaciones para destrabar el conflicto en la línea B seguirán hoy
El encuentro entre representantes sindicales y de Metrovías para tratar las situaciones de riesgo en el subte pasó a cuarto intermedio. Continúa el servicio reducido.
La reunión entre los metrodelegados y representantes de la empresa Metrovías y la estatal Sbase pasó a cuarto intermedio y continuará hoy a las 15. Las partes buscan destrabar el conflicto que existe en torno a las estaciones Rosas y Echeverría de la línea B, cuyo funcionamiento está afectado casi desde el momento mismo en que fueron inauguradas.
"Han habido acercamiento, pero todavía no hay un acuerdo", dijo a Andrés Ramírez, abogado de los metrodelegados.
Los metrodelegados recorrieron en la mañana de ayer las obras inauguradas en compañía de personal de la empresa Metrovías y de personal de Sbase. "Venimos con muy buena voluntad, con la idea de que la empresa reconozca las fallas", dijo Claudio Dellecarbonara a la prensa antes de ingresar al encuentro.
El dirigente se mostró conforme de que el titular de Sbase, Juan Pablo Piccardo, haya reconocido que tanto la cochera como el taller que están en la estación Rosas no están en funcionamiento, ya que señaló que es el área que tiene más filtraciones. El funcionario porteño había admitido antes que eran áreas "que todavía no están operativas".
"Si se elimina el riesgo de vida, estamos dispuestos a trabajar", dijo por su parte Roberto Pianelli, quien apuntó, no obstante, que habrá que ver "cuánto tiempo" tardan en reparar las fallas.
Piccardo, por su parte, aseguró que "no hay absolutamente ningún riesgo de seguridad para trabajadores y usuarios". Y apuntó contra los metrodelegados.:"Quieren trabajar menos de lo que se trabaja en otras líneas, que lo hacen 5 horas", dijo.
A falta de un acuerdo, el subte B sigue prestando un servicio reducido entre su cabecera de Leandro N. Alem y Los Incas, debido a la negativa de los trabajadores a conducir las formaciones hacia las nuevas estaciones, Echeverría y Juan Manuel de Rosas.
La medida de fuerza se inició hace doce días luego de que la AGTSyP considerara que la extensión del túnel y las nuevas estaciones "tienen una precariedad criminal" que pondrían en riesgo "las vidas" de los empleados y los usuarios. "Esto no es una medida de protesta, es una medida de seguridad", dijo Pianelli.