Markle dijo que la familia real debatía cual iba a ser el color de piel de su hija
Llantos, suicidio y racismo. Luego de varios días de rumores se emitió la entrevista que los duques de Sussex brindaron a la conductora de televisión Oprah Winfrey.
El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle se destaparon y contaron sus días más oscuros como ex miembros de la familia Real. La actriz, apuntada por todos como eje central en el inicio del conflicto que originó la renuncia de ambos a la corona, comenzó contando sus inicios en la monarquía británica. “Desde el momento que empecé a salir con Harry me instruyeron que siempre respondiera ‘sin comentarios’. Pero yo hacía caso porque creía que me estaban protegiendo”, destacó Meghan. Su relación tirante con Kate Middleton, era uno de los temas más esperados cuando se conoció el dialogo exclusivo con la pareja.” Me hizo llorar, hirió mis sentimientos. Fue todo lo contrario a lo que se publicó, aclaró la duquesa. Las presiones que sufrían día a día por parte del Palacio de Buckingham, les hicieron convivir un verdadero calvario. “Hubo preocupación y conversaciones sobre lo oscura que podría ser su piel cuando naciera", destaco Meghan al referirse a la llegada de su hijo. ”Ya no quería estar viva. Fue un pensamiento muy real, claro, aterrador y constante”, manifestó la actriz Las declaraciones explosivas tuvieron su alivio a la hora de referirse a la Reina Isabel II, único miembro de la familia real con nombre y apellidos que Meghan y Harry han salvado de la quema. “Siempre fue estupenda con nosotros”, han afirmado Durante el encuentro con la presentadora Oprah, Harry comparó la situación con la de su madre, la Princesa Diana: “Estoy realmente aliviado y feliz de estar sentado con mi esposa. No puedo ni empezar a imaginarme cómo debe haber sido para ella (Lady Di), pasar por este proceso sola. Todos esos años atrás. Porque ha sido increíblemente difícil para los dos, pero al menos nos teníamos el uno al otro”, dijo el Príncipe que no ocultó su tristeza por estar alejado de su hermano William y su padre Carlos. Instalados en California, Estados Unidos, ambos coinciden en la paz que encuentran en esta nueva vida, alejados de las presiones y obligaciones de la Familia Real en Gran Bretaña.