En el acto central por el Día de la Memoria, los oradores pronunciaron un discurso en el que se dirigieron directamente al presidente Javier Milei, destacando la importancia de la memoria como herramienta de lucha y resistencia.

Se enfatizó que la memoria es una herramienta fundamental para el pueblo. Se rechazó el negacionismo y el apologismo del genocidio, atribuyendo estas posturas al gobierno de Milei y Victoria Villarruel.

Se denunció el desmantelamiento de la Secretaría de Derechos Humanos, los sitios de memoria y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad. Se condenó el hostigamiento y la precarización del Banco Nacional de Datos Genéticos. Se exigió la preservación de los Espacios para la Memoria y el cuidado de las pruebas materiales de la represión. Se criticó la censura y el acoso a los trabajadores de estos espacios.

Se recordó la Carta abierta de Rodolfo Walsh a las juntas militares, denunciando la miseria planificada. Se estableció un paralelismo entre los grupos económicos beneficiados durante la dictadura y los que se benefician del gobierno actual. Se denunció la implementación de un modelo económico de miseria y exclusión.

Se exigió la derogación del DNU 70/23, la Ley Bases, las facultades delegadas y el RIGI. Se denunció la situación social de pobreza y el cierre de políticas de asistencia. Se pidió frenar la destrucción de la salud pública y defender la educación pública. Se exigió detener la entrega de bienes comunes y defender la tierra y el agua contra el extractivismo. Se defendió el derecho de asilo y refugio, y se exigió justicia por casos de violencia y desapariciones. Se rechazó la baja de edad de punibilidad y la criminalización de adolescentes.