La ciudad de Nueva York decidió prohibir los contratos de alquiler temporario menores a un mes como una manera de controlar los valores de los acuerdos para uso como vivienda permanente. Desde la plataforma Airbnb llegó la respuesta, con un comunicado oficial: "La ciudad está mandando un mensaje claro a los millones de visitantes en potencia que ahora tendrán menos opciones para alojarse en Nueva York: no son bienvenidos".