Pirotecnia Cero en Buenos Aires: "Un cambio de conducta en la sociedad"
La Provincia sancionó en la Cámara de Diputados el uso de la pirotecnia en un intento de "mejorar la vida de muchas personas"
En una maratónica sesión se sancionó la Ley de Pirotecnia Cero en la provincia de Buenos Aires, avalada por asociaciones civiles, defensores de animales y agrupaciones de familias que militan por los derechos de personas con trastorno del espectro autista.
La Ley establece la prohibición en toda la provincia de "la venta al público minorista, la venta ambulante en la vía pública y el uso particular de artificios pirotécnicos y de cohetería de uso recreativo de alto impacto sonoro, cualquiera fuera su característica y naturaleza, como así también los denominados globos aerostáticos de pirotecnia".
Quedan excluidos los fuegos artificiales destinados al uso práctico como señales de auxilio, emergencias, uso de las fuerzas armadas, de seguridad o defensa civil, los de uso profesional y los que solo produzcan un efecto lumínico. El objetivo de la norma es "proteger la salud, el bienestar de la población y el ambiente de los efectos audibles, fumígenos, químicos y/o físicos producidos por los artificios pirotécnicos y de cohetería de alto impacto sonoro y por los globos aerostáticos de pirotécnica".
Juan Fiorini, de Juntos por el Cambio y autor de la normativa explicó que “con la pirotecnia no solo se ve afectada la salud, sino también el ambiente y los animales” y agregó que la medida "mejorará la vida de muchas personas que sufren a raíz del uso de la pirotecnia sonora".
"Hoy podemos decir finalmente que es ley y me genera una satisfacción enorme que después de tantos años de lucha, recorriendo junto a familias de toda la provincia, asociaciones, instituciones y referentes, hayamos podido dar este gran paso juntos", dijo el senador Oficialista y médico Eduardo Bucca.
La medida logrará "un cambio de conducta en la sociedad, para empatizar y ponerse en el lugar de todas esas familias que la pasan muy mal durante las fiestas, encerrados en habitaciones y conteniendo a sus hijos porque entendieron que el festejo termina cuando se le genera un daño al otro", según Bucca.