Por penales, Racing eliminó a Boca y se convirtió en el primer finalista de la Copa de la Liga
En un partido de bajísimo nivel, la Academia que tuvo un aceptable primer tiempo pero una flojísima segunda mitad, contó con una buena atajada de Gómez en la definición.
Nadie puede quitarle la alegría a los hinchas de Racing. Tras un arranque de año turbulento, luego de aquella goleada sufrida ante River el panorama parecía oscuro. Pero, de repente, y sin que el clima interno colabore demasiado, todo cambió.
En un partido muy malo, la Academia consiguió imponerse a un tibio Boca por 4 a 2 en la tanda de penales, tras igualar 0 a 0 en los 90 minutos. Tras la polémica y la rosca por la ausencia de Gabriel Arias, que está en la Selección de Chile, su reemplazante, Gastón Gómez, fue clave.
El primer tiempo fue lento y trabado. Obedeció a la lógica de los cuartos de final, instancia en la que todos los partidos se decidieron también por penales. El Xeneize quiso hacerse dueño de la pelota pero fue impreciso y voluntariamente cadencioso.
La Academia comenzó con pelotazos forzados para Enzo Copetti, pero rápidamente se afianzó y empezó a crecer en bloque. Antes de que el juego se armase, si es que eso sucedió en algún momento, Aníbal Moreno fue con el brazo muy arriba sobre Alan Varela y lo impactó en la cara. El árbitro Darío Herrera lo amonestó, aunque bien pudo expulsarlo.
Si bien hubo pocas llegadas claras, el equipo de Pizzi se acopló mejor defensivamente. Se replegó con casi todos sus hombres, inclusive Enzo Copetti, que jugó como volante por la derecha abocado a la marca de Frank Fabra. En consecuencia, las búsquedas colectivas más fluidas fueron las de el conjunto de Avellaneda, ante ciertos espacios que aparecieron entre los volantes del equipo de Miguel Ángel Russo.
El primer tiro al arco de la primera mitad fue de Racing, que jugó muy levemente mejor. A los 22, tras una buena circulación, Moreno tomó la decisión de rematar de lejos y si bien el tiro fue muy al medio, Agustín Rossi tuvo dificultades para contenerla.
Sin embargo, Darío Cvitanich que fue en busca del rebote estaba en posición adelantada. A los 33, Boca tuvo la suya. Carlos Zambrano metió un pase largo para Sebastián Villa a la espalda de Nery Domínguez que falló. El colombiano recibió y remató, pero Gastón Gómez ya había salido hace tiempo y le achicó bien el espacio.
En la segunda mitad, el conjunto de La Ribera salió con un poco más de agresividad. Lejos estuvo de mostrar una idea y tampoco tuvo acciones nítidas, pero pudo hacerse más de la pelota y al menos durante los primeros minutos evitó cualquier tipo de ataque por parte de la Academia.
Lo más claro lo generó a partir del manejo de pelota de Edwin Cardona y las subidas de Fabra por izquierda. Sin embargo, en su mejor momento, el volante ofensivo fue reemplazado.
Racing tardó casi medio tiempo en poder cruzar la mitad de la cancha con pelota dominada. Y cuando lo hizo, no pudo sostenerlo, como sí había conseguido en el primer tiempo. A los 30, el árbitro equilibró lo que había hecho en el primer tiempo. Gonzalo Maroni, que entró por Cardona, le aplicó una plancha clara y tardía a Tomás Chancalay pero Herrera solo lo amonestó.
Cinco minutos más tarde, Boca pudo tener la más clara de la segunda mitad. El arquero de la Academia, Gómez, salió mal desde el fondo. Carlos Tévez capturó, se sacó de encima a Leonardo Sigali aunque esa acción lo hizo abrirse demasiado y luego, en vez de buscar a un compañero o frenarse, remató a la carrera y lo hizo mal.
En los últimos instantes, el equipo de Russo tuvo dos remates no muy complejos pero que valen la pena ser mencionados en un contexto ultra chato. Primero Tévez, de tiro libre, complicó a Gómez que de todos modos pudo responder. Y luego, Fabra, tras un tiro de esquina, tomó el rebote y remató, aunque muy al medio.
En los penales, Racing no extrañó a Gabriel Arias. Tévez, a quien le cuestan muchísimo este tipo de disparos, falló el primero para el Xeneize. En el tercero, Gómez se lo sacó a Diego “Pulpo” González pero en el siguiente, que podría haber definido la serie, Rossi se lo contuvo a Fabricio Domínguez. A pesar de ello, la Academia no falló más y Copetti sentenció la historia.
El equipo del tan cuestionado Pizzi no sólo ganó su grupo en la Copa Libertadores, sino que además se clasificó a la final de la Copa de la Liga. Espera por Colón.