Quien es Victoria Tolosa Paz, como piensa y como la ven en Provincia de Buenos Aires
Fue el mascarón de proa de un triunfo interno inesperado del Presidente. Viene de familia radical y esta casada con un amigo íntimo de Alberto Fernández.
Victoria Tolosa Paz, es para muchos, una figura que salta al conocimiento público, desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández que la impulsó a posicionarse como no lo había hecho antes. Si bien es cierto que en la Ciudad de La Plata ya gozaba de cierto nombre, en la gran política nacional, se destapó hace poco tiempo.
Tolosa Paz acaba de cumplir 49 años, aunque mantiene un aspecto personal bastante mas juvenil, es contadora pública y tiene tres hijos de su primer matrimonio. Desde marzo de 2012, está casada en segundas nupcias con Enrique "Pepe" Albistur, ex secretario de medios durante la gestión de Néstor Kirchner, justo cuando Alberto Fernández era jefe de Gabinete del santacruceño.
La amistad entre Fernández y Albistur se fortaleció en esos tiempos, al tiempo de que, en el momento de ser electo presidente, Alberto vivía en un departamento de Puerto Madero, propiedad de su amigo "Pepe".
Volviendo a Tolosa Paz, su ambición siempre fue gobernar su ciudad, La Plata, donde se crió y de la que hoy y desde 2017, es concejal (ejerce el cargo ad honorem desde que Fernández la designó al frente del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales).
De hecho en 2019 intentó ir por su sueño y se presentó en las PASO del Frente de Todos en busca de la intendencia, pero fue derrotada por Florencia Saintout, cristinista acérrima, por menos de un punto porcentual de diferencia.
Victoria tiene un buen perfil mediático. Es una de las espadas públicas que defiende al gobierno y lo hace con corrección, lleva los debates con energía y altura a la vez, se ha mostrado como una comunicadora eficiente, de esas que al gobierno le andan faltando.
Sin embargo, en la Provincia de Buenos Aires, si bien el diferencial de imagen resulta positivo, tiene todavía un gran desconocimiento público. Dependiendo la encuesta, entre el 35% y el 50%, no la conoce.
Si bien ese aspecto podría reflejar la necesidad de un trabajo de instalación pública, a estas alturas el presunto déficit podría ser una ventaja: los personajes conocidos de la política suelen generar rechazos y si bien en los hechos concretos ya tiene una carrera política, para el gran público podría ser vista como una cara de refresco de esas que siempre se andan buscando.
Habrá que ver como le que queda el barro. Su cargo, como responsable de políticas sociales, la vinculan con los sectores mas postergados de la sociedad, si bien la imagen personal, parece mas cercana al gusto del electorado porteño o de la primera sección electoral, que del conurbano profundo. Un buen experimento político para observar.