El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, aseguró hoy que "ojalá" no se tenga "que llegar a una ley de emergencia" económica, a la que calificó como "un último recurso", y ratificó que el "objetivo es pagar los aguinaldos lo antes posible" a los empleados de la administración provincial.

"Hemos conversado con autoridades nacionales, vemos buena voluntad. Tenemos títulos que se pueden hacer líquidos para enfrentar el escenario" financiero en la Provincia de Buenos Aires", subrayó.

Al participar de una jornada sobre parques industriales en la sede porteña de la Unión Industrial Argentina (UIA), Scioli dijo a la prensa que "los trabajadores quieren cobrar como corresponde y yo quiero pagar como corresponde".

El mandatario enfrentará esta semana nuevas medidas de fuerza en rechazo al fraccionamiento del medio aguinaldo, anunciadas por gremios de la educación, administrativos de ATE, judiciales y médicos de los hospitales públicos.

"Ojalá no tengamos que llegar a una ley de emergencia. Ese es el objetivo, y pagar los aguinaldos lo antes posible. La ley de emergencia es un último recurso en el caso de que no puedan prosperar otras alternativas", insistió.

El gobernador manifestó que "habíamos previsto en el presupuesto esta circunstancia pero no se ha dado la posibilidad de financiamiento internacional por el cierre de los mercados", por lo que se recurrirá a "un stock de bonos que tiene el Banco Provincia en su poder".

"Confío en que se va a poder solucionar de acuerdo alo que hemos conversado con autoridades nacionales en las que vemos buena voluntad. Queremos prever distintos tipos de alternativas", prosiguió.

Scioli indicó que "estamos trabajando con nuestros ministerios; tenemos títulos que se pueden hacer líquidos para enfrentar el escenario y de esta manera superar esta situación coyuntural. Lo que más anhelo es pagar el aguinaldo", afirmó.

La semana pasada, el Ejecutivo provincial intentó avanzar en la obtención de un consenso para la aprobación de la ley de Emergencia Económica, pero esta iniciativa no contaría con el visto bueno de algunos sectores de la oposición y del kirchnerismo.