Sileoni reconoció que esperaba "otros resultados" y admitió su responsabilidad
El ministro de Educación, quien inicialmente había relativizado la importancia del mal desempeño del alumnado argentino en la evaluación internacional, hizo su autocrítica
Tras inicialmente justificar el mal desempeño argentino en las pruebas PISA, la tradicional evaluación internacional a estudiantes de 15 años, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, realizó una fuerte autocrítica, admitiendo que él es el "primer responsable" por la mala performance y que la sociedad "con todo derecho no está satisfecha con estos resultados".
En una entrevista con el diario El Tribuno de Salta, el titular de la cartera educativa dijo: "No tuvimos buenos resultados. La verdad es que desde hace tiempo estamos trabajando especialmente para esta prueba. La prueba tuvo muchos más alumnos presentes y tuvo muchos más porcentaje de respuestas, lo que era importante. Y esperábamos otros resultados, sobre todo haber evolucionado más en matemática y haber persistido en ese ascenso en el que veníamos en lengua".
Sileoni, quien reconoció que el desempeño marca que "evidentemente" el ministerio de Educación tiene que seguir trabajando, sostuvo que la primera responsabilidad es del Estado Nacional y las provincias, y reconoció la suya propia en que Argentina haya obtenido el lugar 59 de los 65 países auditados, cayendo un lugar con respecto a la evaluación del 2009 y quedando por debajo de países vecinos como Brasil, Chile y Uruguay, que también retrocedieron.
"¿A quién le hablan estos resultados de PISA? A mí como ministro por supuesto, el primero: me siento responsable y siento que tenemos todavía mucho que hacer y siento que la sociedad argentina con todo derecho no está satisfecha con estos resultados", sostuvo el funcionario, quien tampoco se privó de repartir la culpa.
Para Sileoni, los malos resultados "también le hablan a otros actores de la vida educativa y social", y mencionó "a los educadores que enseñan", a los jóvenes de 15 años que ya tienen "alguna responsabilidad y que tiene que advertir que la escuela secundaria exige un esfuerzo" y a los padres de los alumnos.