Timerman, sobre la relación con EE.UU.: "Tenemos una visión distinta del mundo"
"Hay que aprender a convivir con los problemas que no se pueden resolver", dijo el canciller, tras las críticas de Cristina Kirchner a la administración de Barack Obama
"Ningún país decide solo la relación con el otro, es un tango que se baila de a dos". Con esas palabras, el canciller Héctor Timerman intentó graficar el momento que atraviesa el vínculo de la Argentina con los Estados Unidos, luego de la contundente crítica que lanzó Cristina Kirchner a la administración de Barack Obama durante su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
"Es una relación como la que ambos países han decidido tener. Ningún país decide solo la relación con el otro, es un tango que se baila de a dos. Tenemos la relación que podemos tener con Estados Unidos y ellos tienen la que pueden tener con nosotros", afirmó Timerman, durante una entrevista con el diario Página 12.
La responsable del Departamento de Estado norteamericano para la región, Roberta Jacobson, reconoció días atrás que la relación con la Argentina estaba en un "período duro". Y reiteró que el gobierno norteamericano no podía hacer nada en materia política en lo referido al litigio judicial con los fondos buitre.
"A veces, los intereses no son los mismos y hay que aprender a discutirlos y a resolverlos, si se puede. Y si no se pueden resolver, hay que aprender a convivir con problemas que no se pueden resolver", explicó Timerman, tras el discurso de la Presidenta en la ONU.
"Tenemos mucha cooperación en distintos ámbitos y en otros no tenemos tanta cooperación o tenemos una visión distinta. Eso no nos convierte en malos o buenos a nosotros o a ellos, simplemente tenemos una visión distinta del mundo, porque ocupamos un lugar distinto en el mundo. Esa misma relación que tenemos con Estados Unidos la tenemos con otros países", agregó.
El funcionario destacó que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) haya aprobado el viernes pasado en Ginebra una resolución impulsada por la Argentina que condena a los fondos buitre y ordena realizar una investigación sobre sus actividades y sus consecuencias.
Esa decisión fue otro espaldarazo a la causa argentina luego del llamado de la ONU a establecer un marco legal para las reestructuraciones de deuda soberanas.