“Que no te quepan dudas que la intención de Daniel es volver a poner a la compañía en el exterior”. La persona a la que se refiere la frase, dicha por un banquero muy cercano, es Daniel González, el CFO (gerente financiero) de YPF.

El ejecutivo fue puesto por Miguel Galuccio a fines de julio del año pasado con la tarea de estrechar el lazo con el mercado internacional, ya que estuvo 15 años en Bank of America-Merrill Lynch como jefe de América Latina.

El papel de González, según calificadas fuentes consultadas, vuelve a tener relevancia luego del acuerdo con Chevron. Saben en la compañía argentina que después de la desprolija expropiación que se le hizo a Repsol, tenían que “asociarse” con grandes empresas para cambiarle la cara a YPF.

No sólo para generar mayor confianza (que no se gana de un día para el otro), sino para atraer inversiones y poder financiarse con dólares contantes y sonantes en el exterior.

En ese sentido, ahí radica la intención que González dejó explícita a cuanto banquero e inversor en el último tiempo: la petrolera trabaja para volver a emitir deuda en el exterior.

Ese plan había quedado en el olvido ya antes de la expropiación a Repsol. En tiempos del Grupo Eskenazi, rondando el 2010, YPF había querido colocar u$s600 millones en el exterior. En ese momento, no quisieron convalidar tasas superiores al 8% anual y desistieron de la operación.

Sea como fuese, YPF no emite bonos en los mercados internacionales desde 1999. Revertir eso, en parte, es la tarea de largo plazo de González.

“El acuerdo con Chevron es un paso hacia la reinserción internacional. En este caso, uno importante porque después de Exxon, es la segunda más grande de EEUU.. A eso se suman otros acuerdos con Dow Chemical y Bridas, anteriores a este”, explicaba a este medio el ejecutivo de un banco privado, de frecuente contacto con González.

Para este banquero, la foto con grandes petroleras es condición necesaria pero no suficiente para poder colocar bonos en la plaza extranjera. La Argentina aún mantiene el juicio con los holdouts en Nueva York, y el riesgo local aún es elevado.

Así y todo, cuentan allegados a las reuniones, González se llevó muy buenas impresiones de los “Non Deal Roadshow” (reuniones informales con inversores) en septiembre del año pasado cuando estuvo por Los Angeles, Boston, Nueva York y Londres.

“Si hubieran querido colocar deuda después de esa gira, hubieran podido. Claro, no a la tasa que pretenden”, explicó otro participante de dichos encuentros.

Es a esta altura es una incógnita mismo para los bancos que suelen asesorar a YPF y mantienen asiduas reuniones con González: si la compañía se animará a testear el mercado después de este acercamiento con Chevron.

“Daniel (González) está todo el tiempo hablando con los inversores y con nosotros. Si salen a emitir afuera será por volver a poner la firma de cara al mundo, porque actualmente no tiene necesidades de dólares”, agregó el banquero.

De hecho, como el Gobierno no quiere (ni puede) emitir deuda afuera, si se sale airoso del juicio contra los fondos buitres, quien haría punta sería precisamente YPF con un título internacional.

En el corto plazo, se estima que la petrolera se va a seguir financiando con las emisiones de obligaciones negociables en la plaza local. Ya lleva, hasta el primer trimestre de este año, 15.000 millones de pesos desde el segundo trimestre de 2012.

¿Reactivarán Galuccio y González el plan pro mercado financiero? En lo inmediato, bancos como Deutsche Bank subieron el precio “objetivo” de las acciones de YPF en Nueva York como consecuencia del acuerdo.

“Es un hecho positivo que las autoridades han sido capaces de negociar un acuerdo que es viable para las empresas. En esta ocasión, las autoridades parecen haber traído 'zanahorias' (economía) a la mesa de negociaciones en lugar de 'palos'", dice Barclays Capital en un comentario a sus clientes.

"También es importante que el nuevo marco tiene por objeto resolver los problemas fundamentalmente en lugar de añadir más parches”, deslizó la entidad.

“La pieza más importante de información es que el pobre panorama económico está provocando acciones políticas pragmáticas”, aseveran.